Resumen: Si la divulgación científica en el campo de la astrobiología trata de investigadores que comparten sus resultados, encontrar auditorio para nuevos descubrimientos bien podría resultar un sorprendente hallazgo en sí mismo. El Dr. John Horack, uno de los grandes diseñadores de páginas web -a tenor del éxito de visitas del portal de la NASA ganador de un premio Webby-, revela algunos métodos nuevos para abordar el problema de la difusión de la ciencia. |
Los últimos Indicadores de Ciencia e Ingeniería de la National Science Foundation (Fundación Nacional de Ciencia) muestran que tres de cada cuatro ciudadanos son incapaces de comprender en su totalidad tanto una noticia acerca de astrobiología como de cualquier otra ciencia. Más de la mitad de la población norteamericana, por ejemplo, está convencida de que en el universo abunda la vida inteligente y que nos visita de forma regular. Según encuestas realizadas en Europa, cerca del 50% de la población adulta sufre de analfabetismo científico. Estos sondeos han detectado, por ejemplo, que son más de un 25% los que creen que es el Sol el que gira alrededor de la Tierra; así que, ¿en qué quedan los intentos de divulgar la astrobiología?
La Astrobiology Magazine (Revista de Astrobiología) tuvo la oportunidad de hablar con uno de los creadores del sitio web ganador de un premio Webby (science.nasa.gov), el Dr. John Horack, que se dirigió a un auditorio más amplio, para hablar de los desafíos y los beneficios de la divulgación de la astrobiología y la exploración espacial.
Astrobiology Magazine (AM): ¿En qué medida está la población interesada en el descubrimiento de vida en otros lugares?
Dr. John Horack (JH): Creo que ese 10% de la población (24 millones) que tiene inquietudes por la ciencia, es incondicional por unas cuantas razones.
En primer lugar, el público 'interesado por la ciencia' tiende a caracterizarse por su deseo de buscar y recibir información a través de canales distintos a los tradicionales (por ejemplo, la televisión). Así, gracias a su iniciativa, encuentra esa información en Internet, y su familiaridad con otras fuentes fuera de los medios de comunicación, le hace proclive a participar de nuevos descubrimientos astrobiológicos.
El Dr. John Horack, impulsor del sitio web ganador de un premio Webby, science.nasa.gov, y director del programa de ajuste, prueba y calibración para el experimento de estallidos de rayos gamma en el Compton Gamma-Ray Observatory (Observatorio Compton de Rayos Gamma) de la NASA. Fuente: D. Rezabek
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En segundo lugar, este es el público que los gobiernos y las instituciones no contemplan dentro de un segmento bien definido comparado por ejemplo, con la 'educación' o las 'relaciones con los medios de comunicación'. Una persona interesada por la ciencia no valorará más un comunicado de prensa sin tecnicismos por su 'gancho informativo' que por su contenido. Tenderá a desear una explicación y una comprensión más profundas, y estará más interesada en el contenido que en el contexto.

"No tiene sentido dar por hecho que si marcas un tanto, nadie va a estar mirando. Primero tienes que hacer que miren y después marcarlo. Si ahora mismo llegaras gritando, "¡Eh, hemos encontrado vida en Marte!", y ésta fuera microscópica, la gente no comprendería su trascendencia. Así que ahí es donde la educación y la divulgación, la producción de películas y la narrativa, son tan importantes como la tarea científica”. --James Cameron, ganador de un premio de la academia al mejor director.
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Creo que la divulgación cualitativa de la ciencia y la tecnología debe comenzar en la mesa de trabajo del laboratorio, con los científicos que realizan la investigación. No es admisible que 'pasen la patata caliente' sin más y esperen que otro haga el trabajo. Los científicos deben realizar esfuerzos considerables para iniciar la comunicación que dé valor a su trabajo. Pero no pueden hacer el trabajo solos.
La nueva divulgación científica ha de ser algo más que un “extra” en el proceso de investigación, una parte esencial de lo que significa “hacer ciencia”. La ciencia debe redefinirse como el conjunto de generación y comunicación de nuevos conocimientos y tecnologías.
AM: ¿Cuál es el propósito de la divulgación científica?
JH: Puesto que el contribuyente paga por la investigación científica, debería exigir que el círculo se cerrase siendo informado exactamente de aquello que ha financiado. Dar a conocer el producto y proceso de la ciencia es como un 'informe anual' corriente para los accionistas, que describe cómo ha rendido su inversión y qué se ha conseguido.
Esto difiere notablemente de la “abogacía”, diseñada para inculcar una réplica constructiva (por ejemplo, escribir a tu congresista pidiendo financiación). Hay que reconocer que esperamos que la divulgación científica sea positiva, pero la obligación principal es rendir cuentas y expresar los logros. Creo que esto es simplemente parte del coste de hacer negocios dentro de la NASA o de cualquier otra empresa de investigación que funcione con financiación federal, al igual que los accionistas esperan que la compañía invierta algo de dinero en la impresión y envío de los informes en los que se detallan su rendimientos.
!["[Internet] está haciendo de la ciencia una experiencia mucho menos exclusivista, elitista...Es contrario al control de la información y del público, a la limitación de los datos que éste tiene a su alcance. Probablemente, las consecuencias no serán menos revolucionarias que las del desarrollo de la imprenta. Cualquier grupo de gente con nociones moderadas de tecnología puede tener acceso al conocimiento del mundo, a los últimos descubrimientos de la nave espacial que surca el sistema solar. Imaginad lo que Julio Verne o H.G. Wells hubieran creado".--Ann Druyan, Cosmos](articles/images/sagan_druyan.jpg)
"[Internet] está haciendo de la ciencia una experiencia mucho menos exclusivista, elitista...Es contrario al control de la información y del público, a la limitación de los datos que éste tiene a su alcance. Probablemente, las consecuencias no serán menos revolucionarias que las del desarrollo de la imprenta. Cualquier grupo de gente con nociones moderadas de tecnología puede tener acceso al conocimiento del mundo, a los últimos descubrimientos de la nave espacial que surca el sistema solar. Imaginad lo que Julio Verne o H.G. Wells hubieran creado".--Ann Druyan, Cosmos
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AM: ¿Puede ser esta respuesta cuantificada, digamos, para mejorarla?
JH: Reconozco que soy pesimista acerca de la eficacia de la divulgación científica en América, y me ha decepcionado que la empresa federal de investigación no parezca estar dispuesta a recalcar esta función que considero crucial. Pero creo que es acertado decir que el éxito es localmente variable y muy difícil de medir en determinados aspectos.
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'Personalmente, me atraen las cuestiones fundamentales. ¿Es la vida exclusiva de la Tierra, o ha surgido en algún otro lugar?. Ahora mismo, sólo contamos con este caso, así que no podemos hacer estadísticas. Pero si lográsemos constatar que se ha dado vida en algún sitio más, entonces sí. Me parece algo muy profundo. Podríamos ser la última generación que nace creyendo que sólo hay vida en la Tierra. Y morir con la evidencia de que hay vida en alguna otra parte”. --John Hendricks, fundador, CEO, Discovery Channel |
La aparición durante la pasada década de empresas privadas como Discovery Communications, el éxito de shows como Bill Nye the Science Guy, la abundancia de Centros Prácticos de Ciencia, y los sondeos que muestran un continuo respaldo a la ciencia, la tecnología y la investigación espacial, parecen indicar que hay cierto éxito derivado de expresar la importancia de la ciencia y divulgarla con eficacia.
Por el contrario, también se podrían señalar los presupuestos de investigación deshinchados-o-en-declive durante más de una década, la brecha creciente en los resultados de los exámenes de ciencias y matemáticas en comparación con otras partes del mundo desarrollado, o la emisión con similar éxito de programas de televisión pseudo-científicos -- videntes que hablan con tu difunta abuela, espectáculos sobre conspiraciones de ovnis, y así sucesivamente -- para señalar que las cosas no van tan terriblemente bien.
Allí donde funciona, la “producción” de divulgación científica – creación de páginas web, material educativo, publicaciones de prensa, archivos de vídeo, etc. – está basada firmemente en la investigación académica. Esta investigación, ayuda a las instituciones a responder preguntas como “¿cómo está asimilando la gente la información científica?”, “¿qué hace con ella?”, y “¿puedo medir mi método de forma eficaz?”
Parte de la ambigüedad en la medida del éxito de la divulgación también se debe a una falta general de consenso acerca de lo que se presume que la investigación científica lleva a cabo. La NASA dice que una de sus principales metas es “inspirar”. Para mí, eso es como decir que el primer objetivo de Michael Jordan era vender zapatillas – un valioso subproducto, sin duda, pero un resultado derivado de lo que en realidad se intentaba lograr, a saber, ganar partidos de baloncesto. Por poner otro ejemplo, gran parte del éxito de las divulgaciones científicas que apunté antes está ligada al entretenimiento. Pero, ¿debería ser el entretenimiento el resultado ansiado de la investigación científica? No creo que exploremos los cielos buscando radiotransmisiones inteligentes o vida en el suelo de Marte para que Hollywood pueda hacer películas más realistas.
Creo que en el área de la investigación federal, el objetivo del gasto público es generar resultados sociales, educativos, económicos y de calidad de vida, positivos. La generación y comunicación de nuevos conocimientos debería hacer de nuestras universidades los centros de aprendizaje más fuertes del mundo, colocar nuestra economía entre las más competitivas, aumentar nuestro bienestar, y permitirnos alcanzar estos objetivos de una forma social, ética y ecológicamente responsable. La forma en que abordemos este tema es materia de debate y objeto de la política pública.
AM: ¿Y cómo influye esto en la política, particularmente en la política espacial?
JH: El tiempo lo dirá. Creo que todos estamos a la espera de un esquema claro de los planes de la Administración para la NASA después del Columbia, en la era Shuttle/Station y más allá.