
El Observatorio de Rayos Gamma Compton (CGRO) fue el instrumento más grande jamás lanzado por un trasbordador espacial de NASA en 1991 y continúa revolucionando la astronomía de los rayos gamma. Antes de que Compton pierda más giroscopios estabilizantes, NASA ha decidido disparar los cohetes de a bordo para traerlo al océano en una re-entrada controlada este año.
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La misión del Observatorio de rayos gamma Compton de NASA, sumamente productivo y duradero--excedió su misión por cuatro años y cambió completamente las ideas en cuanto a los más importantes puzzles no resueltos de la astrofísica--ha terminado con el fallo de uno de los tres giroscopios del satélite.
NASA planea dirigir el satélite de forma segura de vuelta a la atmósfera terrestre no antes del 1 de junio, usando los dos giroscopios restantes para conducir la nave. Como una precaución extra, los ingenieros de Compton están también desarrollando un método para controlar el satélite sin giroscopios, para usarlo como apoyo durante la maniobra de reentrada en caso de alguna anomalía en los giroscopios. Los cuatro instrumentos de Compton están todavía en condiciones útiles.|
'Compton ha sido una bestia de carga durante nueve años, excediendo nuestras expectativas de una misión de 2 a 5 años de duración', dijo el Dr. Alan Bunner, director del tema científico de Estructura y Evolución del Universo de NASA, en la Oficina Principal de NASA en Washington DC. “Los nuevos descubrimientos hechos por Compton cambiaron nuestra visión del Universo de maneras fundamentales'.
El duradero legado del Compton será su impacto en la astronomía de los rayos gamma. El telescopio detectó más de 400 fuentes de rayos gamma, 10 veces más de las que eran previamente conocidas. El Compton grabó más de 2,500 explosiones de rayos gamma; antes del Compton, se habían descubierto sólo unas 300.
'NASA debe tener un re-entrada controlada para dirigir al Compton hacia un área inhabitada en el océano de Pacífico”, dijo el Dr. Ed Weiler, el Administrador Asociado para la Oficina de Ciencia Espacial, Oficina Principal de NASA. 'NASA decidió antes de que el Compton fuera lanzado que, debido a su tamaño, se devolvería a la Tierra mediante reentrada controlada cuando la misión terminara. Éste fue siempre el plan de NASA”.
![Usando gráficos y datos del Observatorio de Rayos Gamma Compton de NASA, esta animación ilustra uno de los misterios más excitantes de la astrofísica moderna, las explosiones de rayos gamma. [<A HREF= http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/ap991104.html target=_blank>Más información</A> Foto Astronómica del día del Goddard de NASA]](headlines/images/cgro/grb_animation.gif)
Usando gráficos y datos del Observatorio de Rayos Gamma Compton de NASA, esta animación ilustra uno de los misterios más excitantes de la astrofísica moderna, las explosiones de rayos gamma. [Más información Foto Astronómica del día del Goddard de NASA]
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Al sistema de propulsión de Compton le falta el combustible suficiente para empujar la nave espacial a una órbita más alta, de más larga vida. Si se le abandona, el Compton caerá de la órbita en el futuro debido a un minuto de arrastre de la atmósfera tenue de la Tierra a la altura orbital de Compton. Al contrario que la mayoría de los otros satélites, Compton es demasiado grande para arder completamente en la atmósfera durante la reentrada. Una reentrada descontrolada expondría algún área en su camino orbital (28.5 grados de latitud norte y sur) al riesgo de quedar en ruinas.
La decisión de hacer reentrar el Compton antes de que fallara un segundo giroscopio, incluso aunque el satélite funcionara normalmente, fue tomada en el cuartel general de NASA el 23 de marzo de 2000, después de un extenso estudio para considerar todas las opciones. La investigación mostró que era significativamente más seguro realizar una reentrada controlada que cualquier otro método de tratar el satélite. 'Buscamos activamente la opción que supusiera el menor riesgo para la vida humana', dijo Weiler.
Los deshechos de la reentrada se esparcirán en un área estimada de 16 millas de ancho y 962 millas de largo. El centro del área de reentrada está aproximadamente en el ecuador, 2,500 millas al sudeste de Hawai (aproximadamente 120 grados oeste de longitud). Una gran porción del satélite se vaporizará mientras transita la atmósfera, y la mayoría de los pedazos que sobrevivan serán diminutos, del tamaño de un guisante o un grano de arena. Sin embargo, el Compton contiene estructuras hechas de titanio, que se espera que caigan en trozos más grandes.
'Si se permitiera al Compton reentrar de manera descontrolada, sobreviviría lo bastante como para presentar un riesgo pequeño pero inaceptable para áreas pobladas', dijo Preston Burch, Diputado Gerente del Programa de Operaciones Espaciales de Ciencia del Centro de vuelo espacial Goddard de NASA en Greenbelt, Maryland. 'NASA trabajará estrechamente con las autoridades aéreas y marítimas para asegurar que el área de impacto esté libre de tráfico durante la reentrada.'
Los controladores de vuelo del Compton, con base en Goddard, dispararán el sistema de propulsión del Compton en la dirección opuesta a su movimiento orbital, lo que reducirá la velocidad de la nave y disminuirá su altura orbital para que vuelva a entrar la atmósfera. Habrá cuatro encendidos separados de los propulsores del sistema, cada uno con una diferencia de un día. Después de cada encendido, la nueva órbita del Compton se determinará con precisión, y se evaluará la actuación de los propulsores. La actuación del propulsor varía según la presión del propelente, así es que los propulsores no actuarán de la misma manera porque cada encendido consume propelente, lo que disminuye su presión.
NASA y las agencias espaciales internacionales planean varias misiones próximas para continuar donde el Compton lo dejó. El Observatorio de rayos gamma Compton fue el segundo de los Grandes Observatorios de NASA y los rayos gamma equivalentes al Telescopio Espacial Hubble y el Observatorio de Rayos X Chandra. El Compton se lanzó a bordo del Trasbordador Espacial Atlantis en abril de 1991, y, con 17 toneladas, era la carga astrofísica útil más grande transportada en vuelo hasta ese momento.