Resumen: (03 de noviembre de 2004) Júpiter tiene cuatro lunas aproximadamente del mismo tamaño que la luna de la Tierra. Las sombras de tres de ellas se proyectan simultáneamente de vez en cuando sobre Júpiter. La observación de las tres sombras en el año 2004 fue especial porque dos lunas cruzaron la faz de Júpiter al mismo tiempo que las tres sombras.





Basado en un informe de Hubble

Júpiter con cinco lunares. Crédito: NASA/Hubble

A primera vista, parece como si Júpiter padeciese un leve caso de sarampión. Cinco lunares –uno de color blanco, otro azul y tres negros- están esparcidos por el hemisferio norte del planeta.
Una inspección más cuidadosa del Telescopio Espacial Hubble de la NASA revela que esos lunares son actualmente una extraña alineación de por la faz del planeta de tres de las lunas más grandes de Júpiter –Io, Ganímedes y Calisto.

En esta fotografía, las marcas reveladoras de la alineación son las sombras [los tres círculos negros] proyectados por las lunas. La sombra de Io está situada exactamente sobre el centro hacia la izquierda, la de Ganímedes en el borde izquierdo del planeta y la de Calisto cerca del borde de la derecha. Sin embargo, sólo se ven dos lunas en esta fotografía. Io es el círculo blanco en el centro de la imagen y Ganímedes es el círculo azul en la parte superior derecha. Calisto cae a la derecha fuera de la fotografía.

La observación de tres sombras sobre Júpiter sólo tiene lugar una o dos veces durante una década. ¿Por qué es tan singular este triple eclipse?

Primer plano en alta resolución de la superficie volcánica de Ios. De sólo un tercio del tamaño de la Tierra y cinco veces más lejos del Sol, Io genera el doble de nuestra cuenta terrestre de calor. Crédito: NASA/Galileo

Io, Ganímedes y Calisto giran en torno a Júpiter a velocidades diferentes. Sus sombras también cruzan la faz de Júpiter a diferente velocidad. Por ejemplo, la luna más externa, Calisto, es la más lenta de las tres. La sombra de Calisto pasa por el planeta una vez por cada veinte la sombra de Io. Si añadimos la velocidad de cruce de la sombra de Ganímedes, la posibilidad de un triple eclipse se vuelve aún más improbable. La contemplación de las tres sombras en el año 2004 resultó todavía más especial porque dos lunas estaban cruzando la faz de Júpiter al mismo tiempo que las tres sombras.

En esta fotografía Júpiter aparece en colores pastel porque fue tomada en luz casi infrarroja. Los astrónomos combinaron imágenes tomadas en tres longitudes de onda cercanas al infrarrojo para conseguir este montaje fotográfico en color. La fotografía muestra la luz del sol reflejada por las nubes de Júpiter. En el espectro infrarrojo, el gas metano de la atmósfera limita la penetración de la luz solar, lo cual hace que las nubes aparezcan de diferentes colores según su altitud.

El estudio de las nubes en luz casi infrarroja es muy útil para el estudio científico de las capas de nubes que componen la atmósfera de Júpiter. Los colores amarillos indican nubes altas; los rojos, nubes bajas; y los azules aún nubes más bajas de la atmósfera de Júpiter. El color verde cerca de los polos es consecuencia de la absorción de las longitudes de onda más largas en la superficie del hielo. El color blanco de Io procede de la luz reflejada de los componentes de sulfuro brillante que hay en la superficie del satélite.

“Cada vez soy más consciente de que algunas de las cosas más interesantes en astronomía y astrofísica pueden cambiar el modo en que la gente conoce el universo, cómo se empezó y hacia dónde se va. Encuentro increíblemente excitantes las imágenes del Voyager de las lunas de Júpiter, esas hermosas fotografías en color que muestran los volcanes de su superficie”. – Rober C. Richardson, Premio Nobel, Físico, Cornell (1996)

Mientras observaban esta extraña alineación, los astrónomos ensayaron además una nueva técnica fotográfica. Para incrementar la definición de las imágenes de la cámara multiespectral, los astrónomos aceleraron el sistema de seguimiento de modo que Júpiter se desplazase por el campo visual del telescopio mucho más rápido de lo normal. Esta técnica permitió que los científicos tomasen instantáneas sucesivas del planeta y sus lunas; luego combinaron las imágenes en una sola con la finalidad de mostrar los detalles del planeta y sus lunas.