
Cassini en la plataforma de lanzamiento.
|
Erguido majestuosamente en las primeras horas de la mañana en Florida, el vehículo de lanzamiento Titan IV-B/Centaur que transporta a la nave espacial Cassini-Huygens estaba esperando pacientemente la abertura de la ventana de lanzamiento de 140 minutos. Dos días antes, los fuertes vientos habían impedido el lanzamiento. Pero en esa mañana del 15 de Octubre de 1997 las condiciones eran favorables.
Exactamente 10 minutos antes de la abertura de la ventana de lanzamiento, se presentó el anuncio tan esperado.
¡Todos los sistemas listos!
Tras el anuncio siguieron las ovaciones. Los corazones se aceleraron. Esta vez, los elementos de la naturaleza estaban en sincronía con el lanzamiento de la más sofisticada nave espacial jamás construida.
En la marca de cinco minutos, y de nuevo en la marca de dos minutos, un entusiasmado George Diller, anunciante del Centro Espacial Kennedy, repetía las buenas noticias. “¡El estado general es de avance!”.
En el Complejo de Lanzamiento 40 de la Estación Aérea de Cabo Cañaveral, la Torre Móvil de Servicio se replegó. Los motores de los dos cohetes mejorados de combustible sólido montados en la base se prepararon para expulsar la nave espacial fuera de la atmósfera de la Tierra.
Diez, nueve, ocho ...

Cassini en la plataforma de lanzamiento.
|
Disfrutando del temprano sol de esa mañana, el imponente cohete permanecía orgullosamente de pie, tan alto como un edificio de 22 pisos. Cuidadosamente envuelto dentro del vehículo de lanzamiento estaba el orbitador Cassini, construido por el Laboratorio de Propulsión a Chorro, y la sonda espacial Huygens, financiada y construida por la Agencia Espacial Europea.
Seis, cinco, cuatro ...
Tras años de trabajo, pruebas, diseños y rediseños, inspecciones y dobles verificaciones, más de 8000 técnicos e ingenieros en los Estados Unidos (y miles más a través de 17 países) contuvieron la respiración, ansiosos de ver cómo los frutos de su trabajo iban al espacio.
Tres, dos, uno ... ¡Despegue!
A las 4:43 a.m. Hora del Este, perfectamente sobre la hora fijada, la nave espacial de 5650 kilogramos (6 toneladas) comenzó su ascenso vertical. Haciendo eco con las ovaciones de la multitud y el fuerte estruendo de los motores, las enfurecidas llamas propulsaron a la nave espacial. En cuestión de segundos, la luna llena palideció. Ciertamente la nave Cassini-Huygens estaba en camino hacia Saturno. Los científicos de cada rincón del globo observaron con gloriosa expectación.
Puede ver el
vídeo del lanzamiento.
Dos minutos y 23 segundos después, el anunciante reportó que la secuencia del lanzamiento perfecto continuaba con la separación del vehículo de lanzamiento Titan IV/B. Para entonces, la nave espacial ya estaba a una altitud de 91 440 metros (360 000 pies) y viajando a 7046 kilómetros (4378 millas) por hora.

Familiares y amigos observan el lanzamiento.
|
Ese anuncio recibió una ovación más sonora y algunas lágrimas de alegría en el von Karman Auditorium del JPL en California, atiborrado de familiares y amigos reunidos para atestiguar el momento histórico en la pantalla grande, aún cuando eran casi las 2 a.m.
La fase superior Centaur se separó exitosamente a los 42 minutos y 40 segundos de vuelo. Diez minutos después, volando por primera vez por sí misma, la nave espacial Cassini-Huygens abrió exitosamente su enlace de comunicaciones con la base de rastreo de la Red de Espacio Profundo de la NASA cerca de Canberra, Australia.
Todos los sistemas en la nave operaban normalmente y los datos confirmaron la precisión del lanzamiento: la energía proporcionada a la nave espacial por su vehículo de lanzamiento tuvo una exactitud de uno en 5000. A una perfección de 0.04 grados, cualquier desviación en la trayectoria de la nave fue descrita como “insignificante”.

DVD con más de 616 000 firmas.
|
Portando un disco con firmas de más de 616 000 personas que deseaban buena suerte provenientes de 81 naciones, la sonda espacial Cassini-Huygens estaba finalmente en su largo viaje a Saturno. Al fin, los esfuerzos unidos de tres agencias espaciales darían a la humanidad un sofisticado laboratorio científico en la órbita del planeta más fascinante en el sistema solar. Una vez allí, la nave espacial captará información durante cuatro años.
Con sus majestuosos anillos, docenas de lunas congeladas y una magnetosfera inmensa, Saturno ha intrigado la imaginación humana por siglos. La gran distancia entre ese planeta y el nuestro creó retos significativos y aunque tres naves espaciales en las pasadas dos décadas tuvieron éxito al sobrevolar esa distancia desde la Tierra, estos viajes fueron sólo aperitivos para los apetitos voraces de la comunidad científica.

Países de los científicos.
|
Con Cassini-Huygens finalmente en su ruta de siete años hacia el vasto sistema de Saturno, los científicos pueden finalmente disfrutar del plato fuerte. Comenzando en Julio de 2004, una de las naves espaciales más sofisticadas jamás enviadas al espacio les traerá una banquete: un festín de imágenes e información que contestará muchos interrogantes acerca de este misterioso rincón de nuestro sistema solar.
Un operativo verdaderamente internacional, la misión reclutó ayuda de 17 naciones. Cassini fue construída y es dirigida por la NASA mediante el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL). La Agencia Espacial Europea aportó la sonda espacial Huygens. La antena de alta ganancia y elementos de varios instrumentos científicos de Cassini fueron proporcionados por la Agencia Espacial Italiana. La información será examinada por más de 260 científicos de 17 países.
Esté pendiente. Lo mejor aún está por venir.