![El lago Mead, un importante punto de abastecimiento de agua en el Oeste creado en los 1930’s por la construcción de la Presa Hoover, se está acercando a niveles bajos históricos – por lo que se alcanza ya a ver el “fondo de la bañera” alrededor del lago. Foto cortesía del Servicio Nacional de Parques (US National Park Service) [<A HREF= http://earthobservatory.nasa.gov/Study/LakeMead/ target=_blank>Más</A>]](headlines/y2004/images/drought/bathtub_ring_med.jpg)
El lago Mead, un importante punto de abastecimiento de agua en el Oeste creado en los 1930’s por la construcción de la Presa Hoover, se está acercando a niveles bajos históricos – por lo que se alcanza ya a ver el “fondo de la bañera” alrededor del lago. Foto cortesía del Servicio Nacional de Parques (US National Park Service) [Más]
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La gente da la bienvenida, muy a menudo, a los primeros días calurosos del verano como una entusiasta anticipación por la llegada de los días asoleados. Pero para mucha gente del Oeste de los EE.UU., la llegada del tiempo caluroso este año es un presagio de tiempos duros que se avecinan.
La sequía se ha asentado en algunas partes del Oeste hasta por siete años consecutivos, causando uno de los peores períodos de sequía en décadas; los depósitos de agua están muy bajos. Los agricultores y los gerentes de los campos de golf están compitiendo por obtener agua para la irrigación, los residentes del área se enfrentan a racionamientos de agua y las políticas de “prioridades” sobre los derechos del agua se están calentando entre ciudades y los propios estados.
La esperanza de una postergación se desvanece con la terminación del invierno, ya que la precipitación pluvial en el Oeste es muy escasa en los meses de verano. Estas regiones dependen de las tormentas de invierno para almacenar en sus montañas la nieve, que se derrite en el verano y sirve para rellenar las reservas de agua. Sin embargo la compactación de la nieve en Abril del 2004 fue de tan sólo un 40% contra el 75% que es lo normal. |
La continuada sequía, que ha afectado del 20 al 50% de los estados adyacentes en la Unión Americana, no es tan grave aún, como, digamos, la sequía del Dust Bowl de los 1930’s. En aquél entonces el 70% de los EE.UU. estaba en sequía. En las Grandes Planicies, los mantillos provechosos fueron desprendidos, la agricultura se colapsó y literalmente los campesinos perdieron sus tierras. 'Los desposeídos fueron empujados hacia el oeste”, escribió John Steinbeck en Las Uvas de la Ira. 'Familias, tribus, barridos, tomaron sus tractores y se fueron. Coches-cargados, caravanas, sin hogar y hambrientos. Fluyeron por las montañas como hormigas inquietas, escurriéndose para encontrar algún trabajo que realizar – levantar, empujar, jalar, cortar – cualquier cosa, lo que fuese, con tal de obtener comida”.
¿Qué es lo que causa sequías tan severas? ¿Son predecibles? Los científicos no están seguros, pero están aprendiendo mediante el estudio del período seco actual. Los satélites que orbitan la Tierra, que no existían durante los años del Dust Bowl, proporcionan datos cruciales respecto de los vientos, lluvias, humedad de los suelos y el estado de los océanos. En algún lugar de entre todos esos números se encuentra la respuesta.

La mayor parte de los estados del Oeste de la Unión Americana están sufriendo de algún grado de sequía. El color más oscuro en este mapa representa la categoría más extrema de sequía en la clasificación del esquema de NOAA. Haga clic en la imagen para una versión más grande con leyenda. Imagen cortesía del Centro Nacional de Mitigación de Sequía, en National Drought Mitigation Center
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Un factor clave es la temperatura del agua en el Océano Pacífico, dice Bob Oglesby, un dinámico experto en el clima del Centro Espacial de Vuelos Marshall de la NASA. Las temperaturas de la superficie del mar (SSTs – por sus siglas en inglés Sea Surface Temperatures) en el Pacífico alteran el curso de la corriente de chorro a medida que se mueve hacia el este sobre Norte América. Este “río” de alta altura de aire de rápido movimiento es como un trasportador de tormentas, de manera que el camino que sigue a través del continente tiene un efecto muy notorio sobre los lugares donde nevará o caerá la lluvia. Dirigiendo esta corriente de chorro, el Océano Pacífico actúa como un autoritario director de orquesta llevando su batuta y dirigiendo la sinfonía de los patrones del tiempo a través de Norte América.
Por ejemplo, un fuerte curso de “El Niño” en las aguas calientes de la superficie del Océano Pacífico cerca del ecuador conducirá a tormentas en California, mientras que el curso contrario de “La Niña” agita a las tormentas que están cargadas de humedad mucho más al norte hasta el estado de Washington y Canadá. Uno causa sequía, el otro la alivia. Pero debe de existir algo más en toda esta historia: Mientras que una suave La Niña se esconde en el Pacífico durante el inicio de la corriente de sequía, – como sería de esperarse – un cambio hacia un El Niño débil en el 2003, no hizo cambiar la sequía.
![Patrones de temperatura de superficie correspondientes al Niño y a La Niña. Rojo / blanco denota agua más caliente, púrpura denota más fría. El contenido de calor del agua se calculó desde el satélite de mediciones de la altura del agua TOPEX / Poseidón. [<A HREF= http://topex-www.jpl.nasa.gov/science/el-nino.html target=_blank>Más</A>]](headlines/y2004/images/drought/el-nino-la-nina_med.jpg)
Patrones de temperatura de superficie correspondientes al Niño y a La Niña. Rojo / blanco denota agua más caliente, púrpura denota más fría. El contenido de calor del agua se calculó desde el satélite de mediciones de la altura del agua TOPEX / Poseidón. [Más]
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'Es un área de investigación actual que ahora mismo la gente está tratando de descifrar para conocer exactamente que es lo que causa todo esto”, dice Oglesby. El y sus colegas del Centro Global de Hidrología y del Clima se encuentran entre los que están trabajando para comprender que es lo que pasa. En particular, Oglesby está investigando como interactúan la tierra y la atmósfera durante una sequía, enfocándose en los papeles que juegan las capas de nieve y la humedad del suelo.
Parte de la dificultad en comprender la sequía reside en el hecho de que el clima involucra muchos ciclos de retroacción que complican su comportamiento y vencen a las explicaciones simples de causa y efecto. La humedad del suelo genera el ciclo de retroalimentación durante la época seca. Oglesby explica: 'Una vez que uno entra en un patrón de sequía y se comienza a secar el suelo, esa reducción en la humedad del suelo puede ayudar a intensificar y perpetuar la sequía”. Por lo general, la evaporación de la humedad del suelo consume mucha de la energía contenida en la luz solar del verano; sin esta humedad, esa energía calienta el suelo y aumenta aún más las temperaturas. Las temperaturas más calurosas crean un sistema de alta presión el cual, a su vez, bloquea a las tormentas que podrían entrar en el área.
La sequía conlleva sequía. La sequía es una parte natural del patrón cíclico del tiempo en Norte América, anota Oglesby. Las pistas físicas acerca del tiempo pasado, como son los anillos de los árboles y los núcleos de los sedimentos de los lagos, nos muestran que los períodos secos como por ejemplo el Dust Bowl y una sequía similar en los 1950s ocurren por regla general unas pocas veces en un siglo. El record histórico también nos revela una “mega-sequía”, más prolongada y más severa que cualquier episodio reciente, hace unos 500 años más o menos.

El estudioso dinámico del clima en la NASA, Bob Oglesby.
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En tiempos modernos “existe mucho más detrás de una sequía que simple falta de precipitación”, agrega Roger Pielke, un climatólogo del estado de Colorado y profesor de Ciencias Atmosféricas en la Universidad del Estado de Colorado. “Hay que tomar en cuenta los factores humanos como la cantidad de agua que está siendo extraída de los ríos para la irrigación de las cosechas y para el agua potable. En términos absolutos, el período de sequía actual no es tan grave como lo fue el Dust Bowl de los 1930’s, pero los impactos han sido relativamente severos porque las necesidades que las personas demandan de la provisión de agua son ahora mucho mayores de las que se requerían en aquél entonces”.
Esto convierte a una situación complicada en más complicada aún. El uso de la tierra y el uso del agua por los humanos; cambios en la circulación atmosférica a gran escala causadas por las temperaturas de los océanos; retroalimentaciones entre el suelo y la atmósfera: todo ello juega un papel importante. Los climatólogos no pueden reunir todavía todos estos factores para predecir lo que pasará con muchos años de adelanto. El próximo invierno es un misterio. ¿Traerá mucha nieve... y un respiro? Nadie lo sabe.
Una cosa parece ser segura: Con los niveles de humedad en el suelo y la nieve en las montañas por debajo de sus promedios normales, la gente en el Oeste de los EE.UU. se está enfrentando a un mucho más prolongado, verano seco.