Dossier. Los secretos de Star Wars 3. ¿Podría existir una espada láser?

Por el 9 de noviembre de 2013 | 1:11 am

Dossier. Los secretos de Star Wars 3. ¿Podría existir una espada láser?

Las espadas láser, algunas contradicciones.

En primer lugar, las espadas láser son utilizadas como nuestras espadas terrenales y chocan ruidosamente. Aquí ya hay un problema porque la luz es inmaterial, y dos haces de luz se cruzan sin ofrecer la menor resistencia. Entonces tendríamos que resolver el problema de la longitud de la hoja. Un haz de láser típico se propaga en línea recta hasta que encuentra un obstáculo que lo refleja, lo refracta o lo absorbe. Imaginemos que una lucha se lleva a cabo dentro de una nave espacial: Las largas hojas cortarían las paredes y la despresurización ¡acabaría con los dos protagonistas!.

Si la espada existe, ha de estar hecha de plasma.

Si abandonamos la idea de una espada de luz, es posible imaginar otra alternativa también divertida: un plasma confinado por un campo magnético dispuesto astutamente.

Un plasma es un estado de la materia que se puede obtener calentando fuertemente un gas. Es entonces cuando se convierte en luminoso, el color y la intensidad de la luz emitida dependen de la temperatura y la composición del gas. Sencillamente así explicamos la diversidad de colores de las espadas. Sólo debemos tener la precaución que el plasma no nos dé en la cara, sino nos quedaría como hecha a la parrilla.

Para mantener el estado del plasma se debe proporcionar una cantidad de energía contínua nada despreciable: para un haz de diez centímetros de longitud y a una temperatura de 10.000 grados centígrados, deberían ser suficientes unos 40 kilowatios. Ni que decir tiene, que la fuente de ese poder no encaja tan fácilmente en el mango de una espada Jedi. Y luego, que sólo diez centímetros de largo, son más bien poca cosa para una espada. Para mejorar este problema de longitud, bastaría con confinar el plasma en una botella magnética con forma alargada.

Esta nueva espada se comportaría más o menos igual que las espadas de luz de Star Wars. En particular, el logro de Qui-Gong Jin, quien consiguió romper con su espada una gruesa puerta de metal, se explica fácilmente; el intenso calor generado por el plasma funde el metal. El problema es que no es muy aconsejable confinar magnéticamente algo tan sumamente caliente como el plasma. Si le tiras un puñado de imanes a Darth Vader… ¡lo fríes!. Al interrumpir el campo de contención magnética, los imanes permitirán que el plasma caliente se extendiera sobre el usuario de la espada.

 

Autor del artículo original; Roland Lehoucq, astrofísico.

Más curiosidades de las espadas láser, hacer un clic aquí.

 

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