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Se trata de medir las modificaciones del repertorio de anticuerpos en condiciones de microgravedad y verificar si son reversibles.

Jean-Pol Frippiat, maestro de conferencias en inmunología en la Universidad Henri Poincaré de Nancy acaba de enviar embriones de pleurodelos (una especie de salamandra) a bordo de la Estación Espacial Internacional con la finalidad de saber si el proceso genético que permite crear los anticuerpos resulta afectado cuando un animal se desarrolla en condiciones de microgravedad. Se trata de medir las modificaciones del repertorio de anticuerpos y verificar si son reversibles.

Como en estado de microgravedad el sistema inmunitario se deprime, el objetivo final será saber cómo mantener en buena salud a la tripulación embarcada en una misión interplanetaria de larga duración. Descripción del experimento: tres salamandras hembras previamente acopladas en el laboratorio han puesto huevos fecundados en el cosmódromo de Baïkonour. Los embriones de 77 horas de vida han sido colocados en miniacuarios.

Se han formado tres grupos constituidos a partir de dieciocho miniacuarios, cada uno de los cuales contiene 32 huevos: un grupo de control permanece en la Tierra, un grupo en condiciones de microgravedad a bordo de la Estación espacial y otro grupo de control centrifugado a 1g a bordo de la Estación espacial para recrear la gravedad terrestre. El despegue tuvo lugar el 30 de marzo de 2006 y la estadía espacial duró 10 días. Catorce horas después de su regreso a tierra, el 9 de abril de 2006, se procedió al análisis de una serie de renacuajos. Un segundo análisis tuvo lugar 23 días después del regreso. Un tercero se realizará más adelante.

¿Por qué enviar embriones de salamandras al espacio? Porque utilizan el mismo sistema genético que el ser humano para producir sus repertorios primarios de anticuerpos. Pero también, porque no necesitan cuidados especiales. En el estado de huevos, durante las primeras etapas de su desarrollo, los embriones y los jóvenes renacuajos no necesitan ningún alimento. Además, aunque sean muchos, ocupan poco espacio.

Este experimento llamado AMPHIBODY es un proyecto europeo bajo la égida de la ESA, coordinado por J-P Frippiat, y prolonga la experiencia GENESIS de 1999 en el transcurso de la cual salamandras adultas permanecieron durante 5 meses a bordo de la estación espacial MIR. Su alimentación había inducido una respuesta inmunitaria. Diez días después de su regreso a la Tierra, la cantidad de algunos anticuerpos (los IgY) era tres veces más importante en los animales que habían permanecido en condiciones de microgravedad que en los de control de la Tierra. J. P. Frippiat también había constatado un cambio en la distribución de los leucocitos.

Salamandra pleurodelesCréditos: Jean-Paul Frippiat

Enlace a la noticia original: L’ISS a de nouveaux habitants: des pleurodèles partent en micropesanteur
Fuentes: Université Henri Poincaré / FutureSciences
Traducción de Fernando Muñoz Sagasta.