En las culturas antiguas, se pensaba que los cometas eran demonios o mensajeros divinos y eran considerados como augurios de desastres y tragedias.



Comparados con las estrellas, cuyas posiciones se conocen y con los planetas, cuyos cursos eran predecibles, los cometas eran caprichosos y sus movimientos erráticos. Su existencia parecía contradecir la idea – popular en los tiempos antiguos – de que el universo era un lugar limpio y ordenado.

La ciencia moderna ha cambiado drásticamente esa manera de ver las cosas. En vez de ser simples heraldos de la mala suerte, muchos científicos hoy en día, piensan que los cometas son los precursores de la vida, responsables de transportar la apreciada agua y el material orgánico a la Tierra.

Las ideas respecto de como están formados los cometas también han cambiado, aún tan solo en la última década. En los 1950’s, los cometas eran vistos como bolas sucias de nieve. Hoy día los científicos sospechan que tienen mayor cantidad de escombros y menor cantidad de agua congelada.

"Se piensa que los cometas son bolas sucias heladas formadas por hielos exóticos, polvo y partículas de rocas”, explicó Donald Yeomans, director del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA y co-investigador de la agencia de la misión Deep Impact. Algunos de los productos químicos en un cometa son el bióxido de carbono sólido, el amoníaco congelado y el metano sólido.

Vista de cerca

El 4 de Julio, la misión Deep Impact estrellará una sonda en el Tempel-1, un cometa de forma de patata alargada descubierto en 1867 y que se piensa que es representativo de la mayoría de los cometas. El impacto producirá un cráter del tamaño de un estadio de fútbol y proporcionará una valiosa información respecto del interior del cometa.

Se piensa que la mayoría de los cometas vienen de la nube de Oort, un enjambre de cuerpos rocosos, helados y pequeños en los lugares más alejados del sistema solar – apenas y si dentro del alcance de la gravedad del Sol. Los astrónomos creen que el estirón de las estrellas cercanas, hace que ocasionalmente se libere uno de estos objetos de su lugar de estancia y lo envía ya sea hacia dentro o hacia fuera del sistema solar o bien hacia las regiones interestelares, donde se mantendrán por siempre hasta que se encuentren con el impulso o la gravedad de otra estrella que los atraiga.

Se cree que los cometas son los remanentes del polvo y de los escombros que alguna vez giraron en torno al Sol recién formado y los cuales se unieron para formar planetas hace aproximadamente unos 4500 millones de años. Por lo mismo, pueden ser cápsulas del tiempo congeladas que contienen material del inicio del sistema solar.

"Si desean estudiar de que está formado el sistema solar, estudien sus cometas”, le dijo a Space.com Yeomans.

Anatomia de un cometa

Los cometas están formados de tres partes principales: un núcleo, el coma y la cola. El núcleo del cometa está formado principalmente por hielo, gas y polvo y por lo general tiene menos de 45 kilómetros de ancho, por lo general sólo 2 o 3. Poco se conoce acerca del núcleo de un cometa, ya que en un cometa normal y saludable – uno cuya cantidad de hielo y gas aún no se ha terminado – el núcleo está oculto a la vista, rodeado del coma del cometa, un denso halo de polvo iridiscente y gas y de partículas de hielo en movimiento.

En realidad un cometa tiene dos colas: una de polvo y hielo y otra de moléculas cargadas denominadas iones. Cada una puede alcanzar decenas de miles de kilómetros en longitud y sigue al cometa como serpentinas empujadas por el viento.

A medida que un cometa viaja cerca del Sol y sufre un calentamiento, sufre erupciones tipo géiser de gas caliente en su superficie y se combina con el polvo y el hielo fundido para seguirlo en el espacio. La cola de iones del cometa es un resultado del viento solar proveniente del Sol, un flujo de partículas cargadas eléctricamente que radian desde el Sol todo el tiempo. El viento solar cambia un poco del gas del cometa a iones cargados que emiten su propia luz, bañando al cometa en un brillo sobrenatural y misterioso.

Despojado de su coma y cola, un cometa no es nada más que un pedazo de escombro y hielo que vaga por el espacio, indistinguible de los asteroides rocosos que también orbitan el Sol.

Si el hielo de un cometa es sellado dentro de su núcleo y es incapaz de escapar, se dice que el cometa está latente; un cometa extinto es aquél cuya provisión de hielo se ha terminado.

¿Asteroide o cometa?

Cómo podemos distinguir entre un cometa latente o extinguido de un viejo asteroide, es una de las preguntas que los científicos esperan responder mediante la misión Deep Impact.

"La misión es para conocer de que está echo un cometa y como está unido”, dijo Yeomans.

Los científicos esperan igualmente, descubrir como es el interior del Tempel-1 – y por extensión, otros cometas. ¿Es poroso como un montón de arena? ¿O es sólido y más parecido a un cubo de hielo?

Para encontrar la respuesta, los científicos abrirán un cráter en uno de ellos y verán que es lo que sucede. Yeomans explicó que cada una de las diferentes fases del impacto proporcionará una información muy valiosa: no solo el tamaño y forma de la detonación, sino también que tan rápido se desarrolla y en que ángulo sale disparado el material hacia el exterior.

"La belleza de esta misión es que no sabemos que es lo que podemos esperar”, dijo Yeomans. “Pero pase lo que pase, algo aprenderemos”.
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Artículo de Space.com Ker Than
Aportación de Liberto