Un equipo de investigadores de Inserm 624 en colaboración con un equipo de la Universidad Complutense de Madrid demuestra que derivados del cannabis son efectivos contra el cáncer.

Investigadores de la unidad Inserm 624 “Estrés celular” de Marsella han demostrado recientemente el papel clave de una proteína de estrés en el interior de una vía de señalización celular que provoca la muerte de células tumorales. El estudio demuestra que derivados del cannabis activan específicamente esta vía de señalización, ocasionando la muerte de células cancerosas.

Los resultados de esta investigación, realizada en colaboración con el equipo español dirigido por Guillermo Velasco (Universidad Complutense de Madrid), abren nuevas perspectivas en particular para el tratamiento del gliobastoma (forma de tumor cerebral). El trabajo se ha publicado en la revista Cancer Cell en su número de abril de 2006.

La hoja de cannabis contiene alrededor de 60 compuestos conocidos como cannabinoides. El más abundante de ellos es el THC (delta9 –tetrahydrocannabinol). El THC actúa emulando las sustancias endógenas (los endocannabinoides anandamida y 2-arachidonoylglycerol) que se unen a los receptores específicos de los cannabinoides presentes en la membranas de algunas células del organismo activándolos. A día de hoy, se han identificado y caracterizado dos de estos receptores: el receptor CB1 es particularmente abundante en el cerebro mientras que el receptor CB2 lo es en el sistema inmunitario y en cánceres de orígenes diversos.

( Créditos : INSERM )

Uno de los ámbitos de investigación recientemente explorado trata del estudio de las eventuales aplicaciones terapéuticas de los cannabinoides, en particular como agentes antitumorales. Estudios realizados sobre diversos modelos de cáncer en ratones han demostrado que la administración de cannabinoides disminuye el crecimiento tumoral. Tal efecto antitumoral de los cannabinoides se debe, en gran medida, a su capacidad de inducir la apoptosis (la muerte programada) de las células cancerosas.

La vía de señalización que desencadena, tras la activación de los receptores de los cannabinoides, el proceso de apoptosis de las células tumorales podría, por tanto, convertirse en un nuevo objetivo terapéutico del cáncer. Para ello, se necesita, ante todo, caracterizar los mecanismos que entran en juego en cada etapa de esta vía: los receptores implicados en las células tumorales.

Utilizando células derivadas de gliomas (tumores cerebrales) así como líneas de células procedentes de cánceres pancreáticos, los investigadores demuestran que la expresión de la proteína de estrès p8 es indispensable para la actividad antitumoral de los cannabinoides. Los investigadores observan que una vez que el THC se une al receptor CB2, el nivel intracelular de ceramida (un lípido complejo de la membrana celular) aumenta rápidamente. Éste induce la activación de la expresión del gen p8. La proteína p8 activa, a su vez, la expresión de un cierto número de genes implicados en la respuesta al estrés del retículo endoplasmático. Finalmente, la activación de estos genes produce la muerte celular por apoptosis. Estos resultados confirman el papel central de p8, indispensable para la progresión tumoral en la gestión del estrés celular, papel ya observado en diferentes situaciones de sufrimiento de la célula. Sugieren, por otra parte, que el THC sería un eficaz agente antitumoral, mediante este medio de señalización, sobre células derivadas de glioma. Queda saber si el THC posee la misma acción sobre otros tipos de células cancerosas.

Cannabis

Enlace a la noticia original: La mort de certaines cellules tumorales induite par des dérivés cannabinoïdes
Fuente: INSERM
Traducción de Fernando Muñoz Sagasta.