El telescopio cazaplanetas WASP-Sur ha descubierto un par de estrellas pertenecientes a una binaria con las estrellas bastante distanciadas entre sí (2700 UA) y casi gemelas en su composición. Poseen planetas jovianos calientes, que podríamos considerar primos, dado que las estrellas son gemelas. Cada planeta orbita a cada una de las estrellas (A y B), así que por eso se llaman WASP-94Ab y WASP-94Bb.
Las estrellas A y B son de los tipos espectrales F8 y F9, respectivamente, con masas y tamaños en torno a un 30% mayores que la del Sol. En principio ambas muestran la misma metalicidad en su análisis espectroscópico, viajan juntas por el espacio y podría considerarse que son estrellas co-evolucionadas, o sea, con la misma edad, de unos 4.000 millones de años. Todo ello nos lleva a sospechar que se formaron a partir de la misma nube de formación estelar. Como curiosidad, este par fue primeramente descubierto por Sir William Herschel, en 1836.
Mientras que la estrella principal A, la más brillante, parece que nos presenta su ecuador, la compañera nos presenta su eje con una inclinación de 60º. La distancia a nosotros se estima en unos 180 parsec. Son estrellas bastante brillantes, con magnitud visual 10, lo que facilitará estudios posteriores de los planetas.
Los planetas A y B presentan periodos orbitales de 4 y 2 días, respectivamente, con masas en torno a la mitad de la de nuestro Júpiter y, lo más importante, el planeta de la estrella A transita, lo que nos permite determinar fielmente sus parámetros. La pena es que el planeta de B no transitara también, pero eso ya es demasiado pedir… El planeta de A presenta un gran tamaño, más de un 70% superior al de nuestro gigante joviano.
De hecho, se ha podido medir mediante el efecto Rossiter el grado de inclinación de la órbita del planeta en A, con respecto al ecuador de su estrella, resultando que presenta una órbita retrógrada, con respecto a la rotación de la estrella.
Velocidad radial y efecto rossiter en WASP-94Ab |
Todo el sistema es un ejemplo de desalineaciones: las estrellas no tienen paralelos sus ejes de rotación; uno de los planetas no orbita en el plano ecuatorial de su estrella y, aún hay más, al menos uno de los planetas debe orbitar fuera del plano orbital de la binaria.
Durante la formación de estos planetas es muy difícil que haya podido haber interacciones entre los discos protoplanetarios, así que cualquiera que haya sido el proceso migratorio de estos planetas es un mecanismo que ha funcionado de la misma forma para los dos planetas.
Lo cierto es que este sistema será uno de los laboratorios donde se probarán las hipótesis de migración planetaria. Es bastante probable que ambas estrellas hayan influenciado las órbitas de ambos planetas, obligándolos a efectuar una migración por efectos gravitatorios, lo que se presupone puede ocurrir incluso aunque las estrellas de la binaria estén bastante separadas entre sí. Sin embargo, no pueden excluirse otro tipo de escenarios más dramáticos. Por ejemplo, los planetas podrían haberse formado solo en torno a una de las estrellas, y por la influencia de la compañera, uno de los planetas habría migrado hacia órbitas interiores y el otro podría haber sido expulsado y posteriormente capturado por la estrella que provocó el caos. Quién sabe.
La alta metalicidad del par binario de estrellas también es un dato relevante. Los autores del artículo han determinado que, frente a la ocurrencia general de un 1% de hot jupiters en torno a estrellas de tipo solar, las estrellas con alta metalicidad presentan una mayor frecuencia de este tipo de planetas, de hasta un 5%, lo que podría reforzar la hipótesis de formación por acreción del núcleo, para este tipo de planetas gigantes.
Hasta ahora se conocían muy pocos casos de estrellas binarias separadas con planetas detectados que orbitaran a cada estrella. Los ejemplos más importantes serían los del sistema HD 20782/20781, XO-2 y Kepler-132.
De momento es pronto para decantarse por las distintas hipótesis aplicables a este sistema planetario. Lo que es seguro es que será ampliamente estudiado en el futuro.
WASP-94 A and B planets: hot-Jupiter cousins in a twin-star system
http://arxiv.org/abs/1409.7566