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25 Marzo 2005. Ocho nuevas fuentes de rayos gamma de muy alta energía son reportadas en la Vía Láctea – doblando con ello el número conocido de semejantes fuentes. El descubrimiento puede dar algo más de luz sobre el origen de las misteriosas partículas

Parte del Sistema Estereoscópico de Alta Energía (HESS), en Namibia utilizado para detectar las nuevas fuentes.

Los rayos gamma, son fotones que vienen en toda una gama de energías. A energías bajas, algunas son producidas por gas súper calentado que cae en los agujeros negros. Pero los rayos gamma de “muy alta energía” (VHE por sus siglas en inglés - Very High Energy), se cree que se forman en cápsulas de gas en expansión alrededor de súper novas y de estrellas de neutrones de altas revoluciones denominadas púlsares. Los campos magnéticos en los frentes de choque que bordean estas cápsulas aceleran enormemente a las partículas cargadas motivando que estas emitan rayos gamma de VHE.

Pero solo unos pocos de estos fotones energéticos caen en algún kilómetro cuadrado de la Tierra cada año. Y hasta ahora, los astrónomos han confirmado solamente hasta 10 fuentes en la Vía Láctea – principalmente enfocando telescopios hacia objetos conocidos que lucían prometedores como fuentes de rayos gamma.

"Este rango de energía no ha estado produciendo casi nada de resultados, año tras año”, dice Francois Lebrun, un astrofísico en la Comisión de Energía Atómica Francesa, quien no formó parte de la investigación.

Ahora, los investigadores que están utilizando cuatro nuevos telescopios de 13 metros denominados Sistema Estereoscópico de Alta Energía, o HESS ( por las siglas en inglés - High Energy Stereoscopic System), en Namibia, han completado el primer gran estudio de la Vía Láctea en longitudes de onda de muy alta energía de rayos gamma. HESS busca en el cielo nocturno bandas de luz ultravioleta producidas cuando los rayos gamma golpean la atmósfera de la Tierra.

La sensibilidad de HESS presagia “el nacimiento de una nueva astronomía de alta-energía”, comentó Lebrun.

"Aceleradores oscuros”

En sus recorridos dentro de los 30 000 años luz iniciales de distancia, HESS descubrió ocho nuevas Fuentes dentro del disco de la Vía Láctea. Todos muestran un número extraordinariamente grande de rayos gamma muy energéticos y parecen tener unas pocas decenas de años luz de lado a lado – el tamaño esperado del remanente de una súper nova. Tres de ellas están actualmente asociadas a remanentes cercanos de super novas, mientras que otras tres aparecen cerca de púlsares.

Pero dos de las fuentes no están asociadas con ningún tipo de objeto de estos. Y más aún, no parecen emitir ni rayos X ni ondas de radio, las cuales se producen cuando los electrones son acelerados a altas velocidades.

Esto sugiere que éstas podrían ser objetos “oscuros” que pueden – por alguna razón desconocida – acelerar solamente protones, dice el equipo. Los protones conforman la mayor parte de los rayos cósmicos que llegan a la Tierra desde dentro de nuestra galaxia pero los astrónomos no saben que los impulsa para obtener esas energías tan elevadas.

"Podemos tener una idea hacia la solución de este rompecabezas de rayos cósmicos – estos aceleradores oscuros podrían ser los responsables”, dice el miembro del equipo Stefan Funk, un astrofísico del Instituto Max Planck para Física Nuclear en Heidelberg, Alemania.

Trevor Weekes, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica está de acuerdo. “Por muchos años el supuesto tácito era que los rayos cósmicos se originaban en las ondas de choque de los remanentes de las súper novas”, comentó. “Estas nuevas fuentes pueden indicarnos que el origen de los rayos cósmicos es mucho más complejo y que pueden involucrar algunas cosas nuevas en astrofísica”.
Revista de referencia: Science (vol 307, p 1938)


Artículo de Maggie McKee
Aportación deLiberto
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