Astroseti.org

El gobierno japonés piensa en atajar el espinoso asunto de las emisiones de CO2 a la atmósfera inyectando este gas al subsuelo. De este modo las bolsas de gas natural ya explotadas, podrían actuar como almacén de residuos.

Japón tiene ambiciosos planes para combatir el calentamiento

Por HANS GREIMEL, Redactor Associated Press Lun 26 Jun, 11:48 AM ET

TOKIO – Japón espera rebajar drásticamente las emisiones de gases invernadero y combatir el calentamiento global con un plan para bombear dióxido de carbono a pantanos de almacenaje subterráneos, en vez de liberarlos a la atmósfera, dijo un funcionario el lunes.

La propuesta consiste en enterrar 200 millones de dióxido de carbono al año cuando llegue el año 2020, rebajando en una sexta parte las emisiones del país, dijo Masahiro Nishio, funcionario del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. Presentado el mes pasado, el plan está aún en fase de estudio.

El almacenamiento subterráneo de CO2 enfatiza la nueva urgencia que experimentan los países industrializadas para intentar controlar los efectos del calentamiento global. Capturando el dióxido de carbono de las emisiones de las factorías y presurizándolo hasta que se licue, los científicos podrían inyectarlo a los acuíferos subterráneos, los depósitos de gas o los huecos entre los estratos rocosos, manteniéndolo así lejos del aire.

Los científicos llevan estudiando el proceso durante años, y el año pasado se inició en Canadá un proyecto experimental en este sentido, en el que colabora también el Ministerio de Energía de los EE.UU, el gobierno de Canadá y la industria privada; el dióxido de carbono se envió por gaseoducto desde la planta de Synfuels en Great Plains (ubicada en Beulah, Dakota del norte) donde se obtiene como subproducto de la gasificación del carbón, hasta el campo petrolífero de Weyburn en Saskatchewan, Canadá.

Japón no realiza operaciones comerciales de soterramiento de dióxido de carbono, comentó Nishio. Pero el recién propuesto proyecto nipón empequeñecería las operaciones similares que se llevan a cabo en Noruega, Canadá y Argelia, cada una de las cuales bombea aproximadamente un millón de toneladas al año.

Abordar el asunto del CO2 es una prioridad absoluta para Japón, la segunda mayor economía del mundo. El país expele 1300 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, lo cual le convierte en uno de los principales contaminantes del planeta, a pesar de ser uno de los mayores proponentes del protocolo de Kyoto; un acuerdo internacional encaminado a cortar las emisiones globales de CO2 para el año 2012.

El almacenamiento subterráneo podría comenzar ya en el 2010, pero aún existen muchas dificultades que solventar, dijo Masahiro.

Capturar el CO2 e inyectarlo al subsuelo tendría un coste prohibitivamente caro de hasta 52 $/ton, comentó Nishio. Bajo la nueva iniciativa, el ministerio intentará rebajar a la mitad ese precio cuando llegue el año 2020.

“Sigue siendo muy caro, de modo que tenemos mucho que aprender en desarrollo”, dijo Nishio.

Las preocupaciones en seguridad deben tenerse también en cuenta, para asegurarse que los terremotos o las fisuras en las rocas no permitan una liberación repentina de toneladas de CO2 a la atmósfera. El Grupo de Expertos intergubernamental para el Cambio Climático de la ONU estima que cuando se almacene de forma correcta, el 99% del dióxido de carbono permanecería estable probablemente durante casi un milenio.

Los planes a largo plazo pretenden atrapar las emisiones de los hornos de acero, las centrales eléctricas y las factorías químicas. Pero en las fases de inicio los objetivos son los campos de gas natural, donde se producen grandes cantidades de CO2 como subproducto de la extracción de gas, comentó Nishio.

---

Fuente noticia: Yahoo News

Traducido por Miguel Artime para