Junio 12 del 2002: Ella mezclaba productos de su juego de química, desarmaba el radio familiar y… oh si,una vez dejo caer (destrozándola) la alcancía de su papá. “Parece que siempre me metía enproblemas.”, ríe Wrigth, y agrega: “Pero así, tocando todo con curiosidad, aprendía”. Ahora Wright, trabaja en el Laboratorio de Desarrollos para Microgravedad, del Centro de Vuelos Espaciales Marshall de la NASA, ayudando a los astronautas a mantener sus manos en la cosas. Ella es el jefe de ingeniería del proyecto “Glovebox para Experimentos en Microgravedad”,(MSG en inglés), un dispositivo que permitirá a los astronautas, manipular algunos de los emocionantes experimentos de la ISS.
(N. del T.: Glovebox, también conocido en español como “brazo de acceso remoto” se le dice a un gabinete hermético, con orificios enguantados,destinado a la manipulación segura de sustancias peligrosas. Algunos modelos, incluyen en su interior, mecanismos controlados remotamente.)
‘Los humanos somos científicos por naturaleza’ dice Wright. ‘Observamos, reaccionamos ante lo inesperado y manipulamos las cosas, para sacar lo máximo de cualquier experimento.’ Sin embargo, esto a veces resultó imposible en la ISS. Muchos experimentos se realizan en compartimientos cerrados, siendo inaccesibles para la tripulación. Las barreras protegen a la tripulación. Los líquidos en cero G por ejemplo, no siempre permanecen en sus tubos de ensayo. Y si sus vapores se tornan molestos, no pueden los astronautas abrir una ventana, buscando aire fresco.
La atmósfera contaminada, representa un peligro para la tripulación y para la estación en si. Por eso, los contaminantes deben ser contenidos. Los científicos necesitan algo que mantenga alejados los contaminantes, pero no a los astronautas. La solución es el MSG. El MSG es una cámara de aluminio muy hermética y… con manos. ‘El MSG tiene aproximadamente el tamaño de una rocola mediana’, dice Wrigth. Tiene 255 litros de capacidad, para experimentos. Los astronautas pueden acceder al interior de la misma, a través de unos guantes, ubicados al frente y los costados del MSG. Posee unas amplias ventanas de Lexán, un plástico muy resistente, utilizado aquí en La Tierra en múltiples usos, desde botellas para agua, hasta refugios de peatones. ‘Es un equipo maravilloso, como un pequeño laboratorio” dice Aleksander Ostrogorsky, un profesor del Instituto Politécnico Rensselaer, quien pronto usará el MSG para estudiar semiconductores.
El MSG ofrece mas que un tradicional banco de laboratorio. Tiene fuentes de poder, picos de vacío e interfaces para PC. Su organización estándar, permite a los científicos, diseñar experimentos espaciales en su propio banco de trabajo, aquí en La Tierra simplificando el diseño. Los experimentos para el MSG pueden ser diseñados en dos o tres años y a una fracción del costo de un sistema totalmente automatizado. Esta no es la primera vez, que se envía un globebox al espacio. Los astronautas los han usado en el trasbordador espacial de la NASA, y en la estación espacial rusa MIR. Pero el MSG es mas grande y mejor que sus predecesores, en varios aspectos. Por ejemplo, posee cámaras de video en su interior, las cuales pueden trasmitir imágenes en vivo a La Tierra, donde los científicos monitorean y controlan sus propios experimentos. Como resultado, astronautas y científicos, forman un equipo creativo, de cooperación y tormenta cerebral’ dice Wright.
Los científicos están pensando usar el MSG para muchas aplicaciones: probar la física de fluidos, el extraño comportamiento de las flamas, el funcionamiento interno de la células, el crecimiento de los tejidos, etc. Algunos de los experimentos listos para volar, son de punta, y parecen pertenecer a la ficción. Imagine por ejemplo, un liquido que se endurece cuando se le acerca un imán, volviéndose fluido cuando se aleja. Parece asombroso, pero es real. Un experimento prometedor, llamado InSPACE, usara el MSG para explorar estos líquidos exóticos, llamados ‘líquidos magneto-reológicos’ Las posibilidades desafían la imaginación. En teoría, las superficies cubiertas con estos fluidos, pueden cambiar de forma bajo control magnético. Un simple molde magneto-reológico podría adoptar infinitas formas. Los libreros, podrían publicar textos magnéticos en Braile, tan fácilmente como lo harían en la pantalla de un PC. Los ingenieros médicos, podrían construir miembros magneto-reológicos que se muevan como los reales. ‘Pero antes, advierte Jack Lekan, director el proyecto InSPACE en el centro de investigaciones Glenn, ‘tenemos que aprender mas, acerca de la física básica de estos fluidos.’ Hacia la obtención de este conocimiento, apunta el proyecto InSPACE. Durante el experimento, los astronautas observaran que ocurre, cuando un fluido magneto-reológico flotante es sometido a pulsos magnéticos. Para recolectar la información que necesitan los científicos, los astronautas enfocarán las cámaras del MSG en un punto de solo 0,2 mm de ancho. Si una burbuja tapase la visión, ellos podrían removerla. ”Los astronautas serán parte integral del estudio’ dice Lekan. El Endeavour (STS-111), entregará un MSG a la Estación Espacial Internacional, la segunda semana de junio del 2002, una buena noticia para los científicos en La Tierra y para la tripulación de la estación.
Dice Wright “los astronautas aman meter mano en los experimentos, y ahora podrán hacerlo.”
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