SOFIA encuentra polvo frío alrededor de agujeros negros activos
Investigadores de la Universidad de San Antonio, Texas, usando observaciones del Observatorio Estratosférico de Astronomía de Infrarrojos de la NASA, SOFIA, han encontrado que el polvo alrededor de los agujeros negros es mucho más compacto de lo que se pensaba anteriormente.
La mayoría, si no todas, de las grandes galaxias contienen un agujero negro supermasivo en su centro. Muchos de estos agujeros negros son relativamente silenciosos e inactivos, como el situado en el centro de nuestra Vía Láctea. Aún así, algunos agujeros negros supermasivos están consumiendo cantidades significativas del material que cae hacia ellos, dando como resultado la emisión de grandes cantidades de energía. Estos agujeros negros activos son llamados núcleos galácticos activos.
Estudios anteriores sugerían que todos los núcleos galácticos tienen esencialmente la misma estructura. Los modelos indicaban que los núcleos galácticos activos tenían una estructura en forma de donut, conocida como toro, que rodeaba al agujero negro supermasivo. Utilizando el instrumento llamado FORCAST (Cámara de infrarrojos para objetos débiles) del telescopio SOFIA , el equipo observó las emisiones en infrarrojos de 11 agujeros negros supermasivos con núcleos galácticos situados a 100 millones de años luz o más, y determinó el tamaño, opacidad y distribución del polvo en cada toro.
En un estudio publicado en Noticias Mensuales de la Real Sociedad Astronómica, el equipo informa que los toros son un 30% más pequeños de lo predicho y que el máximo de las emisiones infrarrojas está en longitudes de onda aún más infrarrojas que las que se creía. Esto implica que el polvo que oscurece el agujero negro cenral es más compacto de lo que se pensaba.
También indican que los núcleos activos galácticos irradian la mayor parte de su energía en longitudes de onda que no son observables desde tierra porque la energía es absorvida por el vapor de agua de la atmósfera terrestre. SOFIA vuela sobre el 99% del vapor de agua de la Tierra, permitiendo a los grupos de investigadores determinar las propiedades del las estructuras de anillos en longitudes de ondas del infrarrojo lejano.
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“Utilizando SOFIA, pudimos obtener las observaciones detalladas más espaciadas posibles en estas longitudes de ondas, permitiendo hacer nuevos descubrimientos en la descripción del polvo de los toros en los núcleos galácticos activos”, dijo Lindsay Fuller, estudiante de la Universidad de San Antonio, Texas, y autora principal del estudio publicado.
Son necesarias futuras observaciones para determinar si las emisiones observadas provienen o no del toro, o si hay algún otro componente que añadir al total de emisiones del núcleo activo galáctico. Enrique Lopez-Rodriguez, investigador principal de este proyecto de la Asociación de Universidades para la Investigación Espacial y miembro del Centro Científico de SOFIA explica “Nuestro siguiente objetivo es utilizar SOFIA para observar una muestra mayor de núcleos galácticos activos y a longitudes de onda mayores. Esto nos permitirá ajustar los límites de la estructura física de los entornos de polvo entorno a núcleos galácticos activos”.
SOFIA es un avión Boeing 747SP modificado para llevar un telescopio de 254cm. de diámetro. Es un proyecto conjunto entre la NASA y la agencia aeroespacial alemana, DLR. El Ames Research Center de la NASA cen Silicon Valley maneja el programa SOFIA, la ciencia y las misiones en cooperación con la Asociación de Universidades para la Investigación Espacial , con sede en Columbia, Maryland, y el Instituto Aleman SOFIA (DSI) de la Universidad de Stuttgart. El avión tiene su base en el hangar 703 de Centro de Investigación de vuelo Armstrong de la NASA en Falmdale, California.
Original en inglés : https://www.nasa.gov/feature/sofia-finds-cool-dust-around-energetic-active-black-holes