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8 Abril - 2005
Hace cien años, Albert Einstein publicó su teoría de la relatividad. En esta ocasión, la revista Euronews Space se sumerge en el tema de las ondas gravitatorias y presenta la misión “LISA” de la ESA-NASA, la cual espera detectarlas en el e

La existencia de ondas gravitatorias brota de los postulados de Einstein.

Cuando los cuerpos de gran masa son perturbados, irradian olas u ondas que viajan a través del espacio. Los objetos que se encuentran vibran sin moverse, pero como consecuencia de la deformación de la textura del espacio-tiempo en el cual descansan.

Satélite LISA y lásers. Pulsa aquí para agrandar.

La misión ‘LISA’ (Laser Interferometer Space Antenna), cuyo lanzamiento esta previsto para el 2013, usará interferómetros de láser – herramientas muy sensibles para medir las ínfimas variaciones a distancia entre objetos – y probar las masas a bordo de tres naves volando en formación.

El sistema está diseñado para detectar ondas gravitatorias de baja frecuencia que se originan, por ejemplo, en agujeros negros tragándose estrellas de neutrones de gran masa o sistemas de estrellas binarias girando una en torno de la otra. También se produjeron en los principios de los tiempos, cuando ocurrió el Big Bang.

Masa de prueba en el diagrama del satélite. Pulsa aquí para agrandar.

"Hasta donde sabemos, el Universo comenzó 13 700 millones de años atrás”, explica Karsten Danzmann, Investigador Director de la misión LISA en el Max-Planck-Institut fur Gravitationsphysik en Hanover en Alemania.

"Tenemos el sueño de escuchar ese Big Bang por medio de detectar y estudiar las ondas gravitatorias. Nos dará la oportunidad de escuchar la cara de lado oscuro e invisible del Universo”.

Laboratorio de pruebas láser. Pulsa aquí para agrandar.

Las ondas gravitatorias son tan débiles que son extremadamente difíciles de escuchar. Debido a la propia gravedad de nuestro planeta, los interferómetros láser en Tierra sólo pueden detectar altas frecuencias, que surgen de fuentes que se encuentran relativamente cercanas.

"Si desea escuchar las notas de tono alto en un concierto puede hacerlo con oídos pequeños, pero si quiere escuchar a los tonos verdaderamente bajos, se necesitan oídos grandes y el único lugar donde se pueden tener grandes oídos es en el espacio”, dice Danzmann.

La misión LISA es una de las más ambiciosas jamás llevada a cabo: volar y posicionar a tres naves espaciales en una formación triangular, separadas por 5 millones de kilómetros. Esta constelación orbitará el Sol, siguiendo a la Tierra a una distancia de 50 millones de kilómetros a modo de no ser perturbada por su gravedad.

Einstein haciendo surf sobre sus ondas gravitatorias. Pulsa aquí para agrandar.

Los rayos láser de infrarrojo se emitirán entre las naves, llegando a pequeñas masas de prueba de 2 kilos, cubos de 4 centímetros hechos de oro y platino.

En la Universidad de Trento en Italia, Euronews pudo ver la primera de estas masas de prueba destinadas a la misión precursora denominada LISA Pathfinder. Esta misión será lanzada en el 2008, su único satélite probará los conceptos generales y la tecnología de la misión LISA.


"Estaremos probando tecnologías totalmente nuevas en el espacio”, dice el Profesor Stefano Vitale, investigador Director de la misión de la LISA Pathfinder. “La estructura de los satélites protegerá las masas de prueba. Estarán de manera similar a astronautas flotando en el vacío del espacio. Pero su posición exacta, estará siendo vigilada constantemente para detectar cuando sean influenciadas por el paso de una onda gravitatoria”.



Artículo de The Guardian
Aportación deLiberto