Estás viendo Archivo
Archivo»Choques contra la Luna ex profeso
Choques contra la Luna ex profeso
Publicado por Rosie Shaddock | 04/08/2024
En 1959, una nave espacial cayó del cielo lunar y golpeó el suelo cerca del Mar de la Serenidad. La nave espacial se hizo añicos, pero su misión fue un éxito.
#1#Luna 2 de la Unión Soviética se había convertido en el primer objeto hecho por el hombre en “alunizar” en la superficie de nuestro satélite.
Esto puede parecer difícil de creer, pero Luna 2 marcó la pauta a seguir: forzar choques contra la Luna intencionadamente. Docenas de naves espaciales lo han hecho.
Las primeras naves espaciales suicidas de la NASA fueron los Rangers, construidos y lanzados a principios de la década de los 1960s. En cinco ocasiones, estas naves espaciales de tamaño comparable al de un automóvil, se precipitaron contra la Luna al tiempo que sus cámaras tomaban fotografías durante todo el trayecto de bajada. Estas cámaras capturaron las primeras imágenes detalladas de cráteres lunares, posteriormente de rocas y suelo, y después, la nada. La información transmitida de regreso a la Tierra acerca de la superficie lunar fue crucial para el éxito de misiones Apolo posteriores.
Sin embargo, aún después de que la NASA dominara los alunizajes suaves, los choques contra la Luna continuaron. Al final de la década de los 1960s y principios de los 1970s, la oficina del centro de control guiaba regularmente los aceleradores del enorme cohete Saturno hacia la Luna, para hacer que el suelo vibrase y que los sismómetros de la nave Apolo lo percibieran. Se dieron cuenta de que chocar una nave resultaba mucho más fácil que orbitar nuestro satélite. Los desiguales campos magnéticos de la Luna tiran con fuerza de los satélites en formas por demás extrañas, y sin frecuentes correcciones en su curso, los orbitadores suelen virar hacia el suelo. Fue así que la Luna se convirtió en un conveniente cementerio para viejas naves espaciales. Los cinco Orbitadores Lunares de la NASA (1966–1972), cuatro de las sondas lunares soviéticas (1959–1965), dos sub-satélites Apolo (1970–1971), la nave espacial japonesa Hiten (1993) y la sonda Luna Prospector de la NASA (1999), terminaron en cráteres creados por sí mismos.
De regreso al futuro
Toda esta experiencia será útil muy pronto. Los investigadores de la NASA cuentan con un temerario plan para encontrar agua en la Luna, y lo harán – como es de suponerse – chocando naves contra la Luna. El nombre de la misión es LCROSS, abreviatura de Lunar CRater Observation and Sensing (Satélite de Observación de Cráter Lunar y Detección). El líder de la misión, Tony Colaprete del Centro de Investigación Ames de la NASA, explica cómo va a funcionar:
“Creemos que existe agua en estado de congelación en algún escondrijo de alguno de los cráteres que se encuentran en la zona permanentemente oscura de la Luna. Así que vamos a golpear alguno de estos cráteres, hacer que brote algún detritus rocoso y analizar las columnas provocadas por el impacto para buscar indicios de agua”.
El experimento no podría ser más importante. La NASA va a regresar a la Luna, y cuando los exploradores lleguen ahí, necesitarán agua. El agua puede separarse en hidrógeno para utilizarse como combustible para el cohete y en oxígeno para respirar. Puede ser mezclada con polvo lunar para producir concreto, un material de construcción. El agua es excelente como escudo contra la radiación y se puede beber cuando se tiene sed. Una opción sería enviarla en una nave directamente desde la Tierra, pero esto es muy costoso. Una idea mejor sería extraer el agua directamente del suelo lunar.
Pero, ¿existe agua ahí en la Luna? Eso es lo que el LCROSS se propone descubrir.
La expedición comenzará a fines de 2008 cuando LCROSS abandone la Tierra dentro del mismo cohete que el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO por sus siglas en inglés), una nave espacial más grande que tiene su propia misión de reconocimiento. Después del lanzamiento, las dos naves se disociarán y se dirigirán separadamente a la Luna, el LRO para orbitarla y el LCROSS para chocar contra ella.
“En realidad”, señala Colaprete, “vamos a chocar dos veces”. LCROSS es una nave espacial doble: una pequeña e inteligente nave nodriza, y un acelerador de cohetes no tan inteligente. La nave nodriza se llama la “Nave Pastora” ya que guía al acelerador hacia la Luna. Los dos viajarán juntos a la Luna, pero la golpearán separadamente.
#2#
El acelerador asestará el primer golpe produciendo un violento choque que transformará 2 toneladas de masa y 10 billones de Joules de energía cinética en un cegador destello de calor y luz. Los investigadores esperan que el impacto perfore la superficie produciendo un cráter ~20 metros de ancho y que levante una columna de detritus rocoso de una altura aproximada de 40 Km.
Siguiendo de cerca, la Nave Pastora fotografiará el impacto y posteriormente volará directamente a través de la columna de detritus rocoso. Los espectrómetros a bordo de la astronave tienen la capacidad para analizar la columna al ser alumbrada por el Sol para buscar indicios de agua (H2O), fragmentos de agua (OH), sales, arcillas, minerales hidratados y moléculas orgánicas mezcladas. “Si existe agua ahí, o alguna otra cosa interesante, la encontraremos”, afirma Colaprete.
Posteriormente, la Pastora comenzará su propio descenso hacia la muerte. Igual que sucedió con los viejos Rangers, caerá en picada hacia la superficie lunar al tiempo que sus cámaras funcionan sin cesar. En la Tierra, el centro de control observará cómo el resplandeciente cráter creado por el acelerador aumenta de volumen para llenar el campo de visión – una excitante sensación.
Los espectrómetros de la Pastora continuarán husmeando para encontrar agua hasta el último momento. “Podremos seguir muy de cerca el flujo de información hasta justo antes de los 10 segundos del impacto”, explica Colaprete. “Y deberíamos tener el suficiente control para alunizar dentro de 100 metros a la redonda de la zona de choque del acelerador'.
#3#La Pastora es tres veces más ligera que el acelerador, así que su impacto será proporcionalmente menor. No obstante, la Pastora producirá su propio cráter y su propia columna, sumándose a los ya provocados por el acelerador. Los astrónomos esperan que la combinación de las columnas sea visible desde la Tierra, permitiendo que las observaciones continúen aún después de que la Pastora sea destruida.
Muchos lectores recordarán el choque de la sonda Lunar Prospector en 1999. El centro de control condujo a la nave al cráter Shoemaker cerca del polo sur de la Luna con la esperanza de bombear agua — tal y como lo hará el LCROSS. Pero en ese entonces no se encontró agua.
“El LCROSS tiene una mejor oportunidad de éxito”, afirma Colaprete. Para empezar, el LCROSS liberará más de 200 veces la energía de impacto que la Luna Prospector, con lo que al impactarse excavará un cráter más profundo y arrojará detritus rocoso a una altura mayor en donde pueda verse claramente. Mientras que la columna ocasionada por la Lunar Prospector fue observada sólo por telescopios en la Tierra, a un cuarto de millón de millas de distancia, la columna producida por el LCROSS será analizada por la Nave Pastora a un alcance extremadamente cercano, utilizando instrumentos específicamente diseñados para ese propósito.
Sólo queda una pregunta: ¿en dónde se estrellará el LCROSS?
“No lo hemos decidido”, indica. Las mejores zonas son probablemente los cráteres polares cuyos pies se mantienen en la oscuridad, y en donde el agua depositada por cometas hace mucho tiempo puede haberse congelado y sobrevivido hasta el día de hoy. Alternativas menos ortodoxas incluyen cañones, surcos y conductos de lava. “Hay muchas zonas candidatas. Estamos convocando a una reunión de investigadores para deliberar sobre los méritos de varias zonas y, finalmente, escoger una”.
Permanezca sintonizado con Ciencia@NASA para mantenerse al día.
Astrónomos aficionados: Utilizando telescopios de jardín de 6 pulgadas o más, podrían verse los destellos del impacto del LCROSS. Por una fracción de segundo, las explosiones resplandecerán tan brillantemente como las estrellas de 7ª. u 8ª. magnitud. Pero podría haber un inconveniente: “Si alunizamos dentro de un cráter polar profundo, los destellos podrían esconderse tras las empinadas paredes del cráter”, informa Colaprete. “Sabremos más después de que haya sido escogida la zona del impacto”.
http://science.nasa.gov/headlines/y2006/28jul_crashlanding.htm
Astrónomos aficionados: Utilizando telescopios de jardín de 6 pulgadas o más, podrían verse los destellos del impacto del LCROSS. Por una fracción de segundo, las explosiones resplandecerán tan brillantemente como las estrellas de 7ª. u 8ª. magnitud. Pero podría haber un inconveniente: “Si alunizamos dentro de un cráter polar profundo, los destellos podrían esconderse tras las empinadas paredes del cráter”, informa Colaprete. “Sabremos más después de que haya sido escogida la zona del impacto”.
Desde el foro
- » RosettaPor aregidor | 27 comentarios
- » ES inevitable la Evolución Darwiniana?Por aregidor | 30 comentarios
- » G y c tratadas como funciones del tiempo.Por ralugata | 3 comentarios
- » El posible desarrollo de la vida en otros planetasPor aregidor | 162 comentarios
- » Fridman y el premio Nobel 2011Por Jaime Rudas | 0 comentarios
- » La Biotecnia; ¿Posible o imposible?Por aregidor | 2 comentarios
- » Por qué no nos han visitado?Por aregidor | 188 comentarios
- » Tu libro preferidoPor nohesidoyo | 22 comentarios
- » ayuda para mi comicPor Goncen | 13 comentarios
- » El ebola esta descontrolada en africa?Por Goncen | 0 comentarios
Facebook
Twitter
Comentarios