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Pequeños cometas se aproximan a la Tierra

Publicado por Jesús Canive | 27/03/2024
En 1995, el cometa 73P/ Schwassmann-Wachmann 3 hizo algo inesperado, se rompió en pedazos.
#1#Marzo 24, 2006: Sin razón aparente, el núcleo del cometa se dividió en al menos tres “mini cometas” viajando de forma independiente por el espacio. Los astrónomos observaron con interés, pero la vista era borrosa incluso para los telescopios más grandes. “73P” estaba a doscientos cuarenta millones de kilómetros (ciento cincuenta millones de millas) de distancia. Estamos a punto de tener una visión más cercana. En mayo de 2006 los fragmentos van a pasar más cerca de la Tierra de lo que ningún otro cometa lo ha hecho en casi ochenta años. “Esta es una oportunidad poco habitual de ver muy de cerca los estertores de muerte de un cometa”, afirma Don Yeomans, Director del programa de la NASA Objeto Próximo a la Tierra (Near Earth Object Program) en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL). No existe peligro de colisión. “No, por Dios”, exclama Yeomans. “El fragmento más próximo estará a 9,6 millones de kilómetros (seis millones de millas) de distancia (veinticinco veces más lejos que la Luna)”. Es decir, cerca pero sin sustos. El acercamiento es una buena oportunidad. “El Telescopio Espacial Hubble estará observando”, declara Yeomans. “Igualmente, el radar gigante de Arecibo en Puerto Rico, seguirá los fragmentos para determinar su forma y giro”. Incluso los astrónomos aficionados podrán tomar imágenes de los pequeños cometas atravesando las constelaciones Cisne y Pegaso durante los días 12, 13 y 14 de mayo. Irónicamente a pesar de la proximidad de estos cometas, no serán muy brillantes. Los fragmentos más grandes se espera que brillen como estrellas de magnitud 3 ó 4, apenas perceptibles a simple vista. “Recuerden” afirma Yeomans, “se trata de mini cometas”. No son como los grandes cometas Hayutake y Hale-Bopp de 1996 y 1997. Aquellos pudieron ser vistos a simple vista incluso desde ciudades con contaminación lumínica. Sin embargo, para ver los fragmentos de 73P habrá que buscar zonas poco contaminadas en campo abierto y utilizar los prismáticos. El número de fragmentos está cambiando constantemente. Cuando se produjo la rotura inicial en 1995 había sólo tres: A, B y C. Los astrónomos cuentan ahora al menos ocho: los grandes fragmentos B y C más otros fragmentos más pequeños G, H, J, L, M y N. “Parece como si alguno de los fragmentos estuviera formando sus propios subfragmentos” comenta Yeomans, lo que significa que el número podría aumentar a medida que 73P se acerca. Nadie sabe lo largo que será el “rosario” cuando finalmente llegue. #2# Bono extra: También podría haber una lluvia de meteoritos. Es una posibilidad muy incierta, de hecho las predicciones lo consideran poco probable. Sin embargo una nube de polvo que se expande desde la desintegración del cometa en 1995, podría rozar la Tierra en mayo de 2006, produciendo una lluvia de meteoritos. El astrónomo Paul Wiegert de la Universidad de Ontario Occidental (University of Western Ontario) ha estudiado esta posibilidad: “Creemos que la nube se expande a una velocidad muy lenta para que pueda alcanzar la Tierra sólo once años después de la desintegración”, afirma, “pero todo depende de cuál fue la causa de la rotura del cometa, cosa que desconocemos”. “La explicación más probable es el estrés térmico, que hace que el núcleo congelado se resquebraje como un cubito de hielo en un plato de sopa caliente. El cometa se rompió a medida que se acercaba al Sol tras una laga estancia en el helado exterior del sistema solar”, explica. “Si esto fue realmente lo que sucedió, entonces la nube de restos debería estar expandiéndose lentamente y no debería haber una gran lluvia de meteoritos”. #3# Por otro lado, “¿Qué sucedería si el cometa fue fragmentado por el impacto de una pequeña roca interplanetaria?” Una colisión violenta podría producir fragmentos que se muevan rápidamente y que podrían alcanzar la Tierra en 2006. Wiegert no espera ver nada, pero anima a los aficionados a observar el cielo a que estén alerta. No sería la primera vez que un cometa muriendo produce una lluvia de meteoritos: “Un ejemplo destacable es el cometa Biela que empezó a romperse en 1846 y se desintegró por completo en 1872” afirma. “La muerte de este cometa produjo al menos tres intensas lluvias de meteoritos (3000–15000 meteoritos por hora) en 1872, 1885 y 1892”. Asumiendo una rotura térmica de 73P, Wiegert y sus colegas han calculado la trayectoria más probable de la nube de polvo. Los resultados indican que la nube de polvo debería alcanzar la Tierra en 2022 “produciendo una pequeña lluvia de meteoritos, nada espectacular. Sin embargo,” añade “la sucesiva fragmentación del cometa implica que se están enviando meteoritos en nuevas direcciones, por lo que aún existe una posibilidad real de que se produzca una fuerte lluvia de meteoritos procedente de 73P”. La observación comienza el 12 de mayo.
Autor: Dr. Tony Phillips
http://science.nasa.gov/headlines/y2006/24mar_73p.htm
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