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Surgimiento y Caída del Imperio Maya

Publicado por Maria Luisa Hernández | 20/11/2024
La caida de los Mayas es un misterio más que una curiosidad histórica. Parece que hoy día la población se incrementa de nuevo e intenta resurgir.
#1# Noviembre 15, 2004: Una gran civilización floreció alguna vez, en donde tienen lugar ahora las selvas tropicales de Guatemala. La gente de la sociedad Maya construyó ciudades enormes, templos adornados y pirámides elevadas. En su esplendor alrededor del año 900 D.C., la población contaba con 500 personas por milla cuadrada en las áreas rurales, y más de 2,000 personas por milla cuadrada en las ciudades – comparable al moderno Condado de Los Ángeles. Este vibrante “Periodo Clásico” de la civilización Maya prosperó por seis siglos. Entonces, por alguna razón, colapsó. La caída de los Mayas ha sido por mucho tiempo uno de los grandes misterios del mundo antiguo. Pero es algo más que una curiosidad histórica. A la vista de las ruinas Mayas, en la región de Petén en Guatemala cerca de la frontera con México, la población se está incrementando de nuevo, y está talando la selva tropical para convertirla en tierra de cultivo. “Al conocer qué fue lo que los Mayas hicieron bien y qué hicieron mal, tal vez podamos ayudar a las personas locales a encontrar formas llevaderas de cultivar la tierra sin llegar a los excesos que condenaron a los Mayas” dice Tom Sever del Centro Marshal para Vuelos Espaciales (MSFC). Sever, el único arqueólogo de la NASA, ha estado usando satélites para analizar las ruinas Mayas. Al combinar esa información con los convencionales descubrimientos arqueológicos de las excavaciones, Sever y otros se han encargado de ensamblar mucho de lo que pasó: Por el polen atrapado en antiguas capas de sedimento del lago, los científicos se han enterado de que hace aproximadamente 1,200 años, justo antes del colapso de la civilización, el polen de los árboles desapareció casi por completo y fue reemplazado por polen de maleza. En otras palabras, la región llegó a estar deforestada casi en su totalidad. #2#Sin los árboles, la erosión habría empeorado, llevándose la capa de suelo fértil. La cambiante maleza habría aumentado la temperatura de la región hasta en 6 grados, de acuerdo con simulaciones por computadora efectuadas por el científico del clima Bob Oglesby de la NASA, colega de Sever en el MSFC. Esas temperaturas más cálidas habrían secado la tierra, haciéndola aún menos propicia para levantar cosechas. El incremento en las temperaturas también habría desestabilizado los patrones de precipitación pluvial, dice Oglesby. Durante la temporada seca en el Petén, el agua escasea, y el agua subterránea está demasiado profunda (+150 metros) como para perforar pozos. Morir de sed es una amenaza real. Para sobrevivir, los Mayas debieron basarse en agua llovediza almacenada en estanques, así que una alteración en las lluvias habría tenido consecuencias terribles. (Actualmente, los estudios demuestran que están ocurriendo cambios en la formación de nubes y en las lluvias sobre partes deforestadas de América Central. ¿Es la historia que se repite?) Usando técnicas clásicas de arqueología, los investigadores descubren que los huesos humanos de las últimas décadas anteriores al colapso de la civilización, muestran signos de desnutrición severa. “Los arqueólogos solían debatir acerca de si el desplome de los Mayas se debió a sequía, guerra o enfermedad, o a un número de otras posibilidades tales como inestabilidad política”, comenta Sever. “Ahora creemos que todas esas cosas estuvieron implicadas, pero esos eran solamente los síntomas. La causa principal fue una escasez crónica de alimento y agua, debido a cierta combinación de la sequedad natural y la deforestación ocasionada por los seres humanos”. #3# Actualmente, la selva tropical está cayendo otra vez bajo el hacha. En los últimos 40 años, se ha destruido casi la mitad de la selva, cortada por los granjeros que practican la agricultura de “tala y quema”: se derriba una parte de la selva y se quema para exponer el suelo con el fin de sembrar cultivos. Es la ceniza la que le da fertilidad al suelo, de tal manera que en un plazo de 3 a 5 años el suelo se agota, obligando al granjero a seguir avanzando derribando una nueva sección. Este ciclo se repite indefinidamente... o hasta que la selva se termina. Si continúan los índices actuales de destrucción, para el 2020, solo quedará del 2% al 16% de la selva tropical original. Al parecer, la gente moderna está repitiendo algunos de los errores de los Mayas. Pero Sever cree que se puede evitar el desastre si los investigadores logran resolver lo que los Mayas hicieron correctamente. ¿Cómo prosperaron por tantos siglos? Una pista importante viene del espacio: Sever y su colaborador Dan Irwin han observado fotos satelitales y, en ellas, Sever localizó indicios de antiguos canales de drenaje y riego en áreas semi-pantanosas cerca de las ruinas Mayas. Los residentes actuales hacen poco uso de estos pantanos de baja altitud (a los que ellos llaman “bajos”), y por mucho tiempo, los arqueólogos dieron por hecho que los Mayas tampoco los habían aprovechado. Durante la temporada de lluvias de Junio a Diciembre, los bajos son muy fangosos, y en la temporada seca se deshidratan. Ninguna de las dos condiciones es buena para cultivar. #4# Sever supone que estos canales antiguos fueron parte de un sistema diseñado por los Mayas para dirigir el agua hacia los bajos de modo que pudieran cultivar esta tierra. Los bajos cubren el 40% del paisaje; el perforar para la agricultura en esta inmensa área de tierra habría dado a los Mayas un mayor y más estable suministro de alimentos. Habrían podido cultivar la región montañosa durante la temporada lluviosa y los bajos de baja altitud durante la temporada seca. Además habrían podido cultivar los bajos año tras año, en lugar de derribar y quemar nuevas secciones de selva tropical. ¿Pueden los actuales granjeros de Petén aprender una lección de los Mayas y sembrar sus semillas en los bajos? Es una idea inquietante. Sever y sus colegas están viendo esa posibilidad con el Ministro de Agricultura de Guatemala. Ellos están trabajando con Pat Culbert de la Universidad de Arizona y Vilma Fialko del Instituto de Antropología e Historia de Guatemala para identificar áreas en los bajos con suelo apropiado. Están considerando además, plantar cosechas de prueba en esas áreas, con canales de riego y drenaje inspirados por los Mayas. Un mensaje desde el año 900 D.C.: nunca es demasiado tarde para aprender de sus antepasados.
http://science.nasa.gov/headlines/y2004/15nov_maya.htm?list1158800
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