Estás viendo Historia de las matematicas
Historia de las matematicas»Historia de los números perfectos
Historia de los números perfectos
Publicado por Javier de la Guardia | 05/05/2024
No se sabe cuándo se estudiaron por primera vez los números perfectos y quizá esos primeros estudios nos pudieran llevar a los tiempos en los que los números comenzaron a despertar la curiosidad del hombre.
Parece bastante acertado pensar, aunque no podamos asegurarlo, que los egipcios analizaron aquellos números que habrían obtenido mediante sus primitivos métodos de cálculo, ver por ejemplo [17] donde se da una justificación a esta aproximación. Los números perfectos fueron estudiados por Pitágoras y sus seguidores más por sus propiedades místicas que por sus propias propiedades teóricas. Antes de echar un vistazo a la historia del estudio de los números perfectos tenemos que definir los conceptos involucrados.
Hoy en día la definición común de números perfectos se hace en términos de sus divisores, pero la definición original estaba hecha en términos de 'partes divisibles' de un número.
Una parte divisible de un número es un cociente propio del número. Por ejemplo las partes divisibles de 10 son 1, 2 y 5. Esto es así si vemos que 1 = 10/10, 2 = 10/5, y 5 = 10/2. Destaquemos que 10 no es una parte divisible de 10 porque no es un cociente exacto, i.e. un cociente diferente del propio número. Un número perfecto viene definido como el que es igual a la suma de sus partes divisibles.
Los cuatro números perfectos 6, 28, 496 y 8128 parecen haber sido conocidos desde los tiempos más antiguos a pesar de que no existe ninguna prueba de estos descubrimientos.
6 = 1 + 2 + 3,
28 = 1 + 2 + 4 + 7 + 14,
496 = 1 + 2 + 4 + 8 + 16 + 31 + 62 + 124 + 248
8128 = 1 + 2 + 4 + 8 + 16 + 32 + 64 + 127 + 254 + 508 + 1016 + 2032 + 4064
Los primeros conocimientos matemáticos de los que se tiene información concerniente a los números perfectos aparecen en los Elementos de Euclides escritos alrededor del año 300 a. de C. Sorprenderá a mucha gente descubrir que hay teoría de números en los Elementos de Euclides que siempre se ha tomado como un libro de geometría. Sin embargo, aunque los números están representados por segmentos de líneas y tienen una apariencia geométrica, existe teoría de números significativa en los Elementos. Aparece en la proposición 36 del libro IX de los Elementos que dice:
Si colocamos los números que queramos comenzando desde una unidad en proporción doble de forma continuada, hasta que su suma se convierta en un primo, y si esa suma es multiplicada por el número final, el producto será perfecto.
Aquí 'proporción doble' significa que cada número de la secuencia es dos veces el número precedente. Para ilustrar esta Proposición considera 1 + 2 + 4 = 7 que es primo. Entonces
(la suma) × (el último) = 7 × 4 = 28,
Que es un número perfecto. Tomemos 1 + 2 + 4 + 8 + 16 = 31 como segundo ejemplo que también es primo. Entonces 31 × 16 = 496 que es un número perfecto.
Ahora Euclides nos proporciona una prueba rigurosa de la Proposición y tenemos el primer resultado significativo de números perfectos. Podemos definir la Proposición de una fórmula ligeramente más moderna usando el hecho, conocido por los Pitagóricos, de que
1 + 2 + 4 + ... + 2k-1 = 2k - 1.
La Proposición se lee ahora:
Si, para algún k > 1, 2k - 1 es primo entonces 2k-1 (2k - 1) es un número perfecto.
El siguiente estudio importante de los números perfectos procede de Nicómaco de Gerasa alrededor del año 100 d. C. Nicómaco escribió su famoso texto Introductio Arithmetica que proporciona la clasificación de los números basada en el concepto de los números perfectos. Nicómaco divide los números en tres clases, los números superabundantes, que poseen la propiedad de que la suma de sus partes divisibles es mayor que el propio número; los números deficientes, que tienen la propiedad de que la suma de sus partes divisibles es menor que el número; y los perfectos, que tienen la propiedad de que la suma de sus partes divisibles es igual al número (ver [8] o [1] para una traducción distinta):
Entre los simples números pares, algunos son superabundantes otros son deficientes: estas dos clases son los extremos opuestos la una de la otra, y para los que ocupan la posición media entre las dos, se les llama perfectos. Y a los que son opuestos el uno al otro, los superabundantes y los deficientes, se dividen en sus condiciones, que es la desigualdad, entre demasiado grande y demasiado pequeño.
Sin embargo Nicómaco tiene más que una teoría de números en mente porque muestra a continuación que piensa en términos morales en una forma que nos suena extraordinaria a los matemáticos de hoy en día. (ver [8] o [1] para una traducción diferente):
En el caso de los 'demasiado grandes', se producen excesos, superfluidez, exageraciones y abuso; en el caso de los demasiado pequeños se produce deseo, deficiencias, privaciones e insuficiencias. Y en el caso de los que se encuentran entre los 'demasiado grandes' y 'demasiado pequeños', que es la igualdad, se produce virtud, mesura, decoro, belleza y cosas de ese estilo - de las que el mejor ejemplo es el tipo de números denominados perfectos.
Satisfecho con las consideraciones morales de los números, Nicómaco pasa a proporcionar analogías biológicas en las que describe los números superabundantes como un animal con (ver [8] o [1]):
... diez bocas, o nueve labios y tres líneas de dientes; o con cien brazos, o teniendo demasiados dedos en una de sus manos.
Los números deficientes son comparados con animales con:
un único ojo,… con un solo brazo o con manos con menos de cinco dedos, o acaso sin lengua.
Nicómaco continua describiendo ciertos resultados que involucran los números
perfectos. Todos ellos se proporcionan sin ninguna prueba. Veámoslos en notación actual.
(1) El enésimo número perfecto posee n dígitos.
(2) Todos los números perfectos son pares.
(3) Todos los números perfectos terminan de forma alternativa en 6 y en 8.
(4) El algoritmo de Euclides1 para generar números perfectos proporcionará todos ellos. i.e. cada número perfecto es de la forma 2k-1(2k - 1), para algunos k > 1, donde 2k - 1 es primo.
(5) Hay infinitos números perfectos.
Veremos ahora como esas aserciones han soportado el paso del tiempo mientras seguimos con nuestro estudio, pero por el momento digamos que las aserciones (1) y (3) son falsas, mientras que el resto todavía son preguntas abiertas. Sin embargo desde la época de Nicómaco sabemos mucho más sobre sus cinco aserciones que la definición simplista que acabamos de hacer. Veamos con más detalle la descripción de Nicómaco del algoritmo para generar números perfectos, su aserción (4) (ver [8] o [1]):-
Existe un método elegante y seguro para generar estos números, que no deja afuera ninguno de los números perfectos y no incluye los que no lo son; y que se hace la forma siguiente. Primero se colocan en orden las potencias de dos en una línea, comenzando desde la unidad hasta el número que se desee: 1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, 512, 1024, 2048, 4096; y entonces se suman cada vez que haya un nuevo término, y en cada suma se examina el resultado; si encuentras que es primo y no compuesto, debes multiplicarlo por la cantidad del último término que añadiste a la lista, y el producto siempre será perfecto. Si, de algún modo, es compuesto y no primo, no lo multipliques, sino que debes añadirlo al siguiente término, y de nuevo examinar el resultado, si es compuesto déjalo de lado, sin multiplicarlo, y súmalo al término siguiente. Si, por otra parte, es primo, y no compuesto, debes multiplicarlo por el último término tomado de su composición, y el número resultante será perfecto, y así hasta el infinito.
Como vemos, este algoritmo es precisamente el que nos daba Euclides en los Elementos. Sin embargo, es probable que este método de generar números perfectos sea parte de una tradición matemática manejada con anterioridad a Euclides y continuada hasta que Nicómaco escribió su tratado. Si las cinco aserciones de Nicómaco se basaron en algo más que en el algoritmo y el hecho de que sólo conociera cuatro números perfectos 6, 28, 496 y 8128, es imposible de decir, pero parece improbable que haya algo más detrás de las aserciones sin demostrar. Algunas de ellas se hicieron en esta cita sobre los números perfectos que sigue a la descripción del algoritmo [1]:
... sólo uno se encuentra entre las unidades, 6, sólo uno entre las decenas, 28, y un tercero en el rango de las centenas, 496 sólo, y un cuarto dentro de los límites de los millares, que está por debajo de diez mil, 8128. Y es su característica específica de terminar alternativamente en 6 u 8, y siempre ser pares.
Cuando estos han sido descubiertos, 6 entre las unidades y 28 entre las decenas, debes hacer lo mismo para localizar al siguiente. ... el resultado es 496, en las centenas; y a continuación viene 8128 en los millares, y así sigue, mientras sea necesario seguir.
A pesar del hecho de que Nicómaco no ofreció ninguna justificación a sus aserciones, fueron tomadas por reales durante muchos años. Por supuesto habría una significación religiosa que todavía no hemos mencionado, ya que seis es el número de días que utilizó Dios para crear el mundo, y se creía que ese número fue escogido por Él porque era perfecto. Dios eligió también el siguiente número perfecto, el 28, como el número de días que tarda la luna en dar una vuelta a la Tierra. San Agustín (354 - 430), escribe en su famoso texto La ciudad de Dios:
Seis es un número perfecto en sí mismo, y no porque Dios creara todas las cosas en seis días; lo que parece cierto. Dios creó todas las cosas en seis días porque el número es perfecto…
Los matemáticos árabes estaban también fascinados por los números perfectos y Thabit ibn Qurra escribió su tratado de los números amigables en el cual examinaba cuándo los números de la forma 2np, dónde p es primo, pueden ser perfectos. Ibn al-Haytham demostró una conversión parcial a la proposición euclidiana en el trabajo sin publicar Tratado sobre el análisis y la síntesis en el que mostró que los números perfectos que satisficieran ciertas condiciones tenían que ser de la forma 2k-1(2k - 1) donde 2k - 1 es primo.
Entre los muchos matemáticos árabes que siguieron las investigaciones griegas de los números perfectos con entusiasmo estaba Ismail ibn Ibrahim ibn Fallus (1194-1239) que escribió un tratado basado en la Introducción a la aritmética de Nicómaco. Aceptaba la clasificación de números de Nicómaco, pero su trabajo es puramente matemático y no contiene los comentarios morales de su predecesor. Ismail ibn Ibrahim ibn Fallus dio, en su tratado, una tabla de diez números que se suponían perfectos, los primeros siete son correctos y de hecho constituyen los siete primeros números perfectos, los tres restantes son incorrectos. Para más detalles de su impresionante trabajo ver [6] y [7].
Al comienzo del renacimiento de las matemáticas en Europa alrededor del año 1500, las aserciones de Nicómaco fueron tomadas como ciertas, no se consideraron más trabajos posteriores, ni siquiera los de los árabes. Algunos incluso creyeron los injustificados e incorrectos resultados de que 2k-1(2k - 1) es un número perfecto para cada impar k. Pacioli parece haber creído firmemente en esta falacia. Charles de Bovelles, filósofo y teólogo, publicó un libro sobre los números perfectos en 1509. En él decía que la fórmula euclidiana 2k-1(2k - 1) proporcionaba un número perfecto para todos los enteros impares k, ver [10]. Bastante importante, aunque no se habían hecho demasiados progresos.
El quinto número perfecto había sido descubierto de nuevo (tras los desconocidos trabajos árabes) y aparecía en un manuscrito datado en 1461. También aparece en un manuscrito escrito por Regiomontanus durante su estancia en la universidad de Viena, que abandonó en 1461, ver [14]. Asimismo se encontró en un manuscrito escrito alrededor de 1458, mientras que los números perfectos quinto y sexto se encontraron en otro manuscrito escrito probablemente por el mismo autor poco después de 1460. Todo lo que sabemos de él es que vivió en Florencia y fue un discípulo de Domenico d'Agostino Vaiaio.
En 1536, Hudalrichus Regius rompió la primera barrera para aumentar el conocimiento común a los matemáticos que le seguirían. Sucedió cuando publicó Utriusque Arithmetices en el que daba la factorización 211 - 1 = 2047 = 23 × 89. Con esto había encontrado el primer número primo p tal que 2p-1(2p - 1) y no era un número perfecto. También demostró que 213 - 1 = 8191 es primo, por lo tanto descubrió (y lo demostró) el quinto número perfecto 212(213 - 1) = 33550336. Esto demostró que la quinta aserción de Nicómaco era falsa ya que el quinto número perfecto tenía 8 dígitos. Sin embargo se mantenía la aserción de que los números perfectos terminaban alternativamente en 6 o en 8. Es sorprendente que Regius, que debe haber pensado que había roto una importante barrera matemática, es hoy en día virtualmente desconocido.
J Scheybl obtuvo el sexto número perfecto en 1555 en su comentario a la traducción de los Elementos de Euclides. No fue hasta 1977 que se conoció este hecho por lo que no tuvo ninguna influencia en el progreso para descubrir los números perfectos.
El siguiente paso adelante llegó en 1603 cuando Cataldi descubrió los factores de todos los números hasta 800 y una tabla de todos los números primos hasta 750 (hay 132). Cataldi usó su lista de primos para demostrar que 217- 1 = 131071 es primo (ya que 7502 = 562500 > 131071, pudo comprobar con un tedioso cálculo que 131071 no tenía divisores primos). A partir de ahí, Cataldi ahora conocía el sexto número perfecto: 216(217 - 1) = 8589869056. Este resultado de Cataldi demostró que la aserción de Nicómaco de que los números perfectos acababan alternativamente en 6 y en 8 era falsa ya que el quinto y el sexto número perfecto acababan ambos en 6. Cataldi usó también su lista de números primos para comprobar que 219 - 1 = 524287 era primo (de nuevo ya que 7502 = 562500 > 524287) y de este modo encontró el séptimo número perfecto: 218(219 - 1) = 137438691328.
Como el lector habrá ya notado, la historia de los números perfectos está plagada de errores y Cataldi, a pesar de haber descubierto dos números perfectos, también cometió errores. Escribió en Utriusque Arithmetices que los exponentes p = 2, 3, 5, 7, 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37 daban números perfectos 2p-1(2p - 1). Tenía razón para p = 2, 3, 5, 7, 13, 17, 19 para los que tenía una prueba en su tabla de números primos, pero sólo una de sus cuatro siguientes aserciones 23, 29, 31, 37 es correcta.
Muchos matemáticos estuvieron interesados en los números perfectos e intentaron contribuir a la teoría. Por ejemplo Descartes, en una carta a Mersenne en 1638, escribió [8]:
... Creo que soy capaz de demostrar que no hay números pares perfectos aparte de los que descubrió Euclides; y que no hay números perfectos impares a menos que estén formados por un único número primo, multiplicado por el cuadrado cuya raíz esté compuesta de otro número primo. Pero no puedo ver nada que impida encontrar números de ese tipo. Por ejemplo, si 22021 fuera primo, al multiplicarlo por 9018009, que es el cuadrado cuya raíz se compone de los números primos 3, 7, 11, 13, encontraríamos 198585576189, que sería un número perfecto. Pero sea cual fuere el método empleado, llevaría un gran esfuerzo buscar estos números…
La siguiente gran contribución fue hecha por Fermat. Le contó a Roberval en 1636 que estaba trabajando en el tema, y aunque tenía muchos problemas, tenía la intención de publicar un tratado. Éste nunca se publicó, en parte porque Fermat nunca consiguió terminar sus resultados, pero también porque no consiguió los resultados que había deseado. En junio de 1640, Fermat escribió a Mersenne contándole sus descubrimientos en relación a los números perfectos. Escribía:
... aquí hay tres proposiciones que he descubierto, sobre las que espero construir una enorme estructura. Los números mayores en uno que en la doble progresión, tales o
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
1 3 7 15 31 63 127 255 511 1023 2047 4095 8191
Llamémosles radicales de números perfectos, ya que cuando no son primos, los producen. Coloca encima estos números en su progresión natural 1, 2, 3, 4, 5, etc., llamados sus exponentes. Tras hacerlo, yo digo
http://www-history.mcs.st-andrews.ac.uk/HistTopics/Perfect_numbers.html
- Cuando el exponente de un número radical es compuesto, su radical es también compuesto. El 6, el exponente de 63, es compuesto, así que digo que el 63 será compuesto.
- Cuando el exponente es un número primo, afirmo que su radical menos uno es divisible por dos veces el exponente. El 7, el exponente de 127, es primo, así que digo que 126 es múltiplo de 14.
- Cuando el exponente es un número primo, afirmo que su radical no puede dividirse por ningún otro número primo excepto por aquellos que sean mayores por uno que un múltiplo que doble el exponente…
- Si n es compuesto, entonces 2n - 1 es compuesto.
- Si n es primo, entonces 2n - 2 es múltiplo de 2n.
- Si n es primo y p es un divisor primo de 2n- 1, entonces p - 1 es múltiplo de n.
- El algoritmo de Euclides es un procedimiento muy eficiente para calcular el máximo común divisor d de una pareja de números enteros m y n y escribirlo en la forma d = pm + qn donde p y q son también enteros. Esto se hace mediante divisiones euclidianas sucesivas. Para más detalles, ver la entrada correspondiente en wikipedia.
- D'Ooge (tr.), Nicomachus, Introduction to arithmetic (New York, 1926).
- T L Heath, The thirteen books of Euclid's Elements (New York, 1956).
- O V Kuzhel, Development of the concept of number : Divisibility criteria : Perfect numbers (Ukrainian), Vidavnice Obednannja 'Visca Skola' (Kiev, 1974).
- R Shoemaker, Perfect numbers (Washington, 1973).
- A Weil, Number theory : An approach through history (Boston-Basel-Stuttgart, 1984). Artículos:
- S Brentjes, Die ersten sieben vollkommenen Zahlen und drei Arten befreundeter Zahlen in einem Werk zur elementaren Zahlentheorie von Ismail b. Ibrahim ibn Fallus, NTM Schr. Geschichte Natur. Tech. Medizin 24 (1) (1987), 21-30.
- S Brentjes, Eine Tabelle mit vollkommenen Zahlen in einer arabischen Handschrift aus dem 13. Jahrhundert, Nieuw Arch. Wisk. (4) 8 (2) (1990), 239-241.
- M Crubellier and J Sip, Looking for perfect numbers, History of Mathematics : History of Problems (Paris, 1997), 389-410.
- S Drake, The rule behind 'Mersenne's numbers', Physis-Riv. Internaz. Storia Sci. 13 (4) (1971), 421-424.
- N Miura, Charles de Bovelles and perfect numbers, Historia Sci. No. 34 (1988), 1-10.
- K P Moesgaard, Tychonian observations, perfect numbers, and the date of creation : Longomontanus's solar and precessional theories, J. Hist. Astronom. 6 (1975), 84-99.
- M L Nankar, History of perfect numbers, Ganita Bharati 1 (1-2) (1979), 7-8.
- Perfect numbers and imperfect mathematicians (Persian), Bull. Iranian Math. Soc. 9 (1) (1981/82), 84-79.
- E Picutti, Pour l'histoire des sept premiers nombres parfaits, Historia Math. 16 (2) (1989), 123-136.
- R Rashed, Ibn al-Haytham et les nombres parfaits, Historia Math. 16 (4) (1989), 343-352.
- T N Sinha, Perfect numbers as a source of fundamentals of number theory, Math. Ed. 5 (2) (1989), 82-89.
- C M Taisbak, Perfect numbers : A mathematical pun? An analysis of the last theorem in the ninth book of Euclid's Elements, Centaurus 20 (4) (1976), 269-275.
- H S Uhler, A brief history of the investigations on Mersenne numbers and the latest immense primes, Scripta Math. 18 (1952), 122-131.
- A M Vaidya, Comment on : 'History of perfect numbers', Ganita Bharati 1 (3-4) (1979), 22.
- S Wagon, Perfect numbers, Math. Intelligencer 7 (2) (1985), 66-68.
Desde el foro
- » RosettaPor aregidor | 28 comentarios
- » ¿Por qué bajar hasta marte?Por aregidor | 141 comentarios
- » ¿Qué es la vida?Por aregidor | 40 comentarios
- » que % de co2 es el máximo respirable?Por juttboy | 6 comentarios
- » Motivos de no contacto con Inteligencia ExtraterrestrePor MCT | 780 comentarios
- » AntimateriaPor alshain | 91 comentarios
- » Estadísticas BURPPor pochimax | 14 comentarios
- » Fridman y el premio Nobel 2011Por Ginés | 4 comentarios
- » ¿por que el ser humano es unico ser con mente en la tierra?Por cnk | 5 comentarios
- » Remake COSMOSPor Goncen | 36 comentarios
Facebook
Twitter
Comentarios