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Uno sabe que la ciencia de la caza de planetas se está volviendo algo convencional cuando hay muy poca fanfarria ante el descubrimiento de tres nuevos planetas extrasolares del tamaño de Júpiter.


¡Tres nuevos planetas! Se llaman WASP-3, WASP-4 y WASP-5, y fueron descubiertos por un equipo europeo de astrónomos utilizando observatorios en Sudáfrica y las Islas Canarias.

Los nuevos planetas se descubrieron utilizando los instrumentos SuperWASP. Se trata de cámaras de alta velocidad agregadas a dos telescopios: SuperWASP-Norte, en el Observatorio del Roque de los Muchachos en la isla de La Palma, en las Canarias, y SuperWASP-Sur, en el Observatorio Astronómico Sudafricano, en Sudáfrica. Ambos instrumentos están equipados con un conjunto de minuciosas cámaras capaces de monitorear hasta 400 000 estrellas por minuto.


Se encuentran observando para ver si cualquiera de esas estrellas varía en su brillo. Si una estrella se vuelve más brillante y más oscura durante un período de tiempo regular, los astrónomos pueden determinar si un planeta se halla pasando frente a ellas, un suceso conocido como tránsito (o eclipse). Sólo con medir la pérdida de intensidad, los astrónomos pueden determinar el tamaño del planeta e incluso algunos de sus componentes químicos.

Con este reciente descubrimiento, los tres nuevos planetas contienen aproximadamente la masa de Júpiter, pero orbitan mucho más cerca de sus estrellas “progenitoras”. Completan una órbita cada dos días.

De acuerdo con uno de los descubridores, el doctor Don Pollacco del Queen’s Astrophysics Research Centre, “estos se encuentran entre los períodos orbitales más cortos descubiertos hasta la fecha. Al hallarse tan cerca de su estrella, las temperaturas en la superficie de los planetas será superior a 2000°C, así que no es probable que la vida como la conocemos pudiera sobrevivir allí. Sin embargo, el hallazgo de planetas de la masa de Júpiter alrededor de otras estrellas respalda la idea de que también hay muchos planetas del tamaño de la Tierra esperando a ser descubiertos según avanza la tecnología empleada por los astrónomos”.

Incluso un planeta relativamente pequeño del tamaño de la Tierra debería oscurecer visiblemente la luz de una estrella al pasar frente a ella. Esta es una emocionante técnica que debería mejorar y mejorar con el tiempo.