Mientras que ustedes nunca habrán reflexionado entre la similitud de una barra de imán común y una estrella, los astrónomos sí lo han hecho y creen haber encontrado porqué dos cuerpos tan dispares son muchas veces sorprendentemente similares.
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La actividad magnética en muchas estrellas, como es nuestro Sol, varía mucho a través de los días, semanas y años. Los campos magnéticos aparecen y desaparecen en diferentes lugares y su intensidad total cambia con el tiempo. Pero otras estrellas tienen campos magnéticos fuertes y consistentes que se comportan igual que una barra fija de un imán. Los astrónomos les llaman
estrellas magnéticas.
En estas estrellas magnéticas, al igual que con los imanes, los campos magnéticos emanan de cada polo, norte y sur, y se curvan hacia afuera como las líneas esquemáticas de una calabaza perfecta, conectando a un polo con el otro.
Existen tres tipos de estrellas magnéticas:
Las estrellas magnéticas tipo A son bastante normales y entre dos a 10 veces más grandes que el Sol. Un ejemplo es
Alioth, la tercera estrella en la mano de la Osa Mayor.
Algunas enanas blancas, las cuales son cuerpos estelares apagados, tienen campos magnéticos 100,000 veces mayores que las típicas magnéticas tipo A.
Magnetars son estrellas de neutrones ultra densas que tienen campos 100 mil millones de veces más grandes que un imán comercial.
Durante más o menos las últimas cinco décadas, han prevalecido dos ideas en competición respecto de como las estrellas magnéticas comprimen una energía fuerte y consistente. Una dice que el magnetismo es generado por el movimiento profundo dentro de la estrella, similar a la manera como se crea el siempre presente campo magnético de la Tierra.
La otra idea, conocida como la hipótesis del campo fósil, mantiene que el campo magnético de una nube gigante de gas es retenida algunas veces después de que la nube se colapsa para formar una estrella. Esto encuadra con el hecho de que los campos magnéticos de las estrellas no cambian con el tiempo. Pero existe otro problema: El campo magnético en una estrella debería decaer en pocos años, según estipulan otras teorías, de modo que algo debería de rejuvenecerlas. O quizá, la teoría aún no ha sido totalmente desarrollada.
Los investigadores en el Instituto Max Planck para Astrofísica han realizado un número de simulaciones en las cuales los campos magnéticos de varias configuraciones iniciales se tornan estables a medida que se desarrolla la estrella, apoyando la idea del campo fósil.
"Las nubes a partir de las cuales se forman estrellas, contienen un número muy grande de líneas de campo magnético, más aún que las estrellas con los mayores campos magnéticos observados", explicó el investigador Hendrik Spruit del Instituto Max Planck. "La mayor parte del flujo magnético se desvanece en todos los casos, pero en algunos un poco (o aún mucho) permanece".
Los campos siempre terminan de la misma forma, con un anillo de líneas de campo entrelazadas. La maraña parece algo así como el neumático de un coche en el cual los entramados de los cables internos de acero de la carcasa se hubiesen roto hacia la superficie en varios ángulos, reportaron Spruit y sus colegas en la edición del 14 de Octubre de la revista
Nature.
"Qué casos conducen a un estado final fuerte es sólo cosa de suerte", le dijo Spruit a
SPACE.com. "Algunas condiciones iniciales son más favorables para que sobreviva un campo magnético. Una de estas condiciones involucra que el campo inicial se encuentre de alguna manera concentrado hacia el centro de la estrella en desarrollo.
Los investigadores hacen la observación de que los resultados están tomados sobre la base de simulaciones, no de observaciones reales.
El porque algunas estrellas tienen campos magnéticos increiblemente fuertes comparados con otros no es ningún misterio. A medida que las estrellas crecen y se desarrollan, el campo magnético aumenta porque las estrellas se vuelven más pequeñas y retienen una gran cantidad de su masa original. Por ejemplo una enana pequeña, puede ser 100 veces más chica que una estrella del tipo del Sol. Una estrella de neutrones, aún conteniendo mayor masa que el Sol, por lo general no es mayor que el tamaño de una ciudad.
Como dice Spruit: "Si tomo una barra de imán y la comprimo a la mitad de sus dimensiones, el campo magnético en él aumenta por un factor de cuatro".
Artículo de
Space.com
Escrito por
Robert Roy Britt
Aportación de:
Liberto
Para: