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A la gente le gustan los ovnis. No importa lo que diga la ciencia las historias de platillos volantes, abducciones, etc. consiguen adepton sin que nadie les exija demasiadas pruebas.

A estas alturas no nos podemos engañar y tenemos que ser conscientes de que nada de lo que digamos va a convencer a alguien que cree en platillos volantes , abducciones y extraterrestres cabezones de que no se trata más de que fantasías iniciadas en el terreno de la ficción que se han ido extendiendo poco a poco hasta llegar al punto de convertirse en una cuestión de fe para muchos.

Desde hace ya muchos años circulan leyendas urbanas, que nos hablan de cocodrilos en las alcantarillas de ciudades como Nueva York, del fantasma de la mujer en la curva en la que se mató, o de la autostopista que anestesia al conductor y le roba un riñón. Son historias que ya no se cuentan como algo lejano, sino que muchas veces nos cuentan como "algo que le pasó a un amigo", y eso hace que formen parte de una "realidad" cercana : lo mismo que ocurre con la ufología.

Y es que mucha gente ha oído tantas historias de extraterrestres que ya forman parte de su vida. Igual que nadie se plantea demostrar que la Tierra es redonda porque así figura en la escuela y nos lo creemos, muchos creen en los extraterrestres porque su revista favorita muestra pruebas "indiscutibles" y ha oído multitud de experiencias de "amigos de amigos" o de aquellos que ven la ocasión de ganar notoriedad a base de protagonizar una historia fantástica que alimente la imaginación de sus oyentes.

Por lo general a alguien que cree en los ovnis, no sirve de nada explicarle que el hecho de que el observador no pueda identificar un objeto no significa que ese objeto sea extraterrestre. "También lo vio un piloto" suelen decir, en la mayoría de los casos sin identificar al piloto, y como si la licencia de vuelo sirviera no sólo para volar sino para identificar todos los objetos y fenómenos naturales, o no, del mundo. Muchos pilotos que en su día se cruzaron con los entonces secretos F-117 creyeron estar viendo un ovni, y con esto no quiero que cada vez que un piloto no reconozca algo sea un avión secreto y esta sea la única explicación, sino que simplemente los pilotos no lo saben todo.

Imaginemos que Stephen Hawking, reconocido como una de las mentes más brillantes en la actualidad, ve una luz moviéndose en el cielo y no sabe lo que es. ¿Esa luz es de origen extraterrestre? El, como todos los humanos, tiene sus limitaciones, y no puede saber si esa luz es un satélite, una sonda, un fenómeno natural o incluso ... imaginación suya. El ser un genio intelectual no le convertiría en un certificador sobre el origen de lo desconocido.

El problema es que no necesitamos ninguna prueba para decir que "desconocemos lo que vemos" pero si para afirmar que "lo que vemos es extraterrestre" ya que no nos basta con que el observador o los observadores no sepan reconocerlo.

Cuando comentamos la noticia del "ovni en Marte" en seguida alguien comentó "¿Pero no hay alguna posibilidad de que realmente sea una nave extraterrestre?" y nos decía que no podíamos descartar nada, pero ¿Realmente no podemos descartar nada? Normalmente los aficionados al origen misterioso de lo desconocido ( sean ovnis, espíritus, etc.) adoptan esa actitud ante la falta de pruebas como una forma de justificar sus creencias, pero entonces, si no descartamos nada tenemos otras alternativas que gozan de igual credibilidad a la hora de explicar una luz desconocida, así que cada vemos una luz en el cielo podemos decir que se trata de un agujero interdimensional, un ángel, un alma ascendiendo al cielo, o un foco halógeno de formación espontánea. ¿Porqué ha de ser una nave extraterrestre y no un foco halógeno autosuspendido de formación espontánea sino tenemos pruebas? Hace cien años a todo lo desconocido se le aplicaba un origen divino, con los mismos argumentos que hoy se aplican para decir que algo es paranormal, producido por extraterrestres o espíritus de otras dimensiones. El origen del misterio ha cambiado, pero el engaño no.

No se trata de descartar alegremente, sino más bien de no afirmar gratuitamente, y por eso igual que se exigen a las agencias espaciales evidencias de la presencia de agua en Marte antes de que afirmen que hubo agua, lo justo sería que que cuando alguien ve algo que desconoce dijera "He visto algo que desconozco" sin atribuirle ninguna propiedad extra, o bien que presente alguna prueba más que un simple "como no sabemos lo que es no podemos descartar ...".

Hace muy poco las fuerzas aéreas de México han desclasificado las imágenes de una serie de luces de origen desconocido captadas por uno de sus aviones, lo que se trataba sin duda de un fenómeno ovni. Han sido muchos los que se han lanzado a afirmar que era la demostración de la existencias de extraterrestres, olvidando de nuevo que ovni es solamente un objeto volador no identificado ¿Nunca aprenderemos? Quizás las explicaciones científicas que se den tampoco se ajusten a la causa auténtica y la verdad se escape a nuestro conocimiento científico actual, o quizás alguna de las teorías sea la cierta y no contemos con suficientes evidencias pues la ciencia se empeña en demostrar las cosas las pruebas, algo que no hace la ufología, pero al menos sirven para demostrar que existen posibilidades mucho más terrenales que la de atribuir a todo lo que desconocemos un origen extraterrestre.

En Astroseti no estamos en contra de los extraterrestres. La parte SETI de nuestro nombre indica nuestro interés por contactar con otras civilizaciones y colaboramos activamente en la divulgación de proyectos como Seti@home o con el Instituto Seti, pero creemos que el especular gratuitamente con el origen de cualquier cosa que desconocemos no hace sino desacreditar el trabajo de los científicos que trabajan seriamente en resolver la pregunta ¿Estamos solos?