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La diana de SpaceX

Publicado por pochimax | 18/12/2024

Inicialmente previsto para el viernes 19 de diciembre, tras el próximo lanzamiento de la nave Dragon hacia la ISS SpaceX intentará aterrizar, de forma controlada sobre una barcaza, la primera etapa del cohete lanzador Falcon 9.

Uno de los objetivos de la empresa SpaceX pasa por lograr un acceso más económico al espacio que permita romper el mercado y revolucionar en el camino todas las tecnologías espaciales.

De momento está poniendo en jaque a las empresas tradicionales de lanzamiento de satélites, los gigantes Arianespace, Boeing y Lockheed, gracias a su nuevo cohete Falcon 9, que está irrumpiendo como uno de los lanzadores más asequibles del mercado.  Este logro se fundamente en la fabricación masiva de sus nueve motores Merlin y a la aplicación de procedimientos y técnicas procedentes del mundo de la informática, al que pertenece el líder de la empresa: el famoso Elon Musk, co-fundador de PayPal.

Octaweb engine Falcon 9

(Los nueve motores que propulsan la primera etapa del Falcon 9 1.1)

Sin embargo el aspecto rompedor de la propuesta de SpaceX pasa por lograr recuperar de forma controlada las primeras etapas de sus lanzadores cohete, de manera que al lograr reutilizarlas en varios lanzamientos se logre reducir de forma notable el coste del acceso al espacio.

Hasta ahora el programa de investigación de la firma se fundamentado en dos diferentes líneas de pruebas.

Por un lado, SpaceX ha avanzado en los estudios de lanzamiento y aterrizaje controlados de cohetes similares a las primeras etapas del lanzador Falcon 9. En este sentido las pruebas dieron comienzo con el cohete de aterrizaje y despegue vertical Grasshopper (saltamontes) y posteriormente con el  más grande Falcon 9R, prácticamente una versión idéntica de las primeras etapas de sus cohetes lanzadores.

(Las patas de aterrizaje, plegadas en su alojamiento, del Falcon 9)

El Grasshopper realizó un total de 8 test de vuelo, donde llegó a alcanzar un máximo de 744 metros de altitud, despegando y aterrizando controladamente sobre el mismo punto. En cambio, el Falcon 9R también logró algún éxito, alcanzando en su tercera prueba los 1.000 metros de altitud, pero la quinta prueba de vuelo finalizó con la explosión controlada del mismo por el bloqueo de uno de los sensores estabilizadores, aunque esto no parece haber amilanado a los muchachos de Elon Musk que ya están construyendo un nuevo prototipo para pruebas.

http://en.wikipedia.org/wiki/Grasshopper_(rocket)#F9R_Dev_flight_tests

La otra vertiente de las investigaciones ha consistido en intentar recuperar de forma controlada primeras etapas reales, procedentes de lanzamientos de satélites comerciales. Con estas pruebas han tratado de demostrar que el concepto es viable y que son capaces de traer hasta la superficie estas primeras fases de cohetes, decelerándolas desde las velocidades hipersónicas propias de la órbita terrestre y finalmente frenándolas con el cohete en posición vertical en el punto de aterrizaje deseado. Ninguna de estas operaciones es moco de pavo y de momento parece que están teniendo éxito.

falcon 9 splashdown

(Imagen del cohete en el momento en que frena sobre la superficie del océano)

Hasta ahora han efectuado cuatro test de este tipo. En todos los casos y por motivos de seguridad los descensos se hicieron sobre el mar para minimizar daños en caso de que algo saliera mal. En la primera prueba lograron un éxito parcial, puesto que la primera etapa reentró en la atmósfera girando sobre sí misma. En cambio, en las otras tres restantes siempre lograron un descenso controlado y con el cohete llegando a la superficie del mar en posición vertical.

A pesar de todos estos éxitos parciales, de momento no han logrado recuperar ninguna de estas primeras etapas de su cohete. Una vez en el mar, el cohete se gira y termina dándose un buen chapuzón pasando de posición vertical a horizontal y después el oleaje parece que terminó dando buena cuenta de los cohetes antes de su recuperación.

Es por ello que en el próximo intento van a disponer de una barcaza-plataforma, donde supuestamente no solo tratarán demostrar que son capaces de aterrizar el cohete con gran precisión en el punto previsto sino que, si logran que se mantenga vertical, podrán recuperar el cohete y transportarlo de vuelta a sus instalaciones para su estudio en detalle.

El próximo viernes 19, si no se retrasa el lanzamiento, será uno de los momentos más excitantes  en la historia de la cohetería espacial, con miles de fanboys de SpaceX siguiendo el lanzamiento y recuperación del cohete desde sus ordenadores y móviles, para no perderse las noticias del evento. Si la prueba es un éxito puede que de comienzo una nueva era dentro de la exploración del espacio.

SpaceX bargue

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