¿Qué sucederá con nuestra hermosa compañera nocturna en el futuro lejano, dentro de miles de millones de años?
El Sol se encuentra a mitad de camino en su fase estable de consumo de hidrógeno, conocida como secuencia principal. Pero cuando nuestra estrella entre en la fase de gigante roja, dentro de cinco mil millones de años, las cosas se pondrán mucho más difíciles para el sistema Tierra-Luna.
Durante esa fase de gigante roja, el Sol se hinchará hasta que su atmósfera extendida envuelva a la Tierra y la Luna, que comenzarán entonces a ser afectadas por el arrastre de gas, ya que el espacio a través del cual orbitan contendrá más moléculas.
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La Tierra y la Luna© NASA |
Actualmente, la Luna se está alejando de la Tierra, y para entonces estará en una órbita un 40% mayor que la de hoy en día. Será la primera en doblarse bajo la influencia del Sol.
“El sendero real de la Luna es una línea ondulada alrededor del Sol, moviéndose más rápidamente cuando está un poco más lejos (durante la Luna llena) y más lentamente cuando está un poco más cerca (durante la Luna nueva)”, dijo Lee Anne Willson de la Universidad del Estado de Iowa. “De modo que el arrastre del gas es más efectivo en la zona más externa de la órbita y esto pondrá a la Luna en una órbita en la cual la Luna nueva estará más cerca de la Tierra que la Luna llena”.
Las ideas de Willson sobre el fin de la Luna son un sub-producto de su investigación sobre el destino de la Tierra ante la expansión del Sol.
Alejándose
En la actualidad, la Luna se encuentra en promedio a unos 385 000 kilómetros de distancia de nosotros, y ha llegado a esa posición luego de un viaje largo y emocionante.
Nuestra Luna nación hace unos 4 500 millones de años en una colisión titánica entre nuestro planeta y un hermano del tamaño de Marte, según la teoría generalmente aceptada. El enorme impacto lanzó escombros a una órbita alrededor de la joven Tierra, y de este torbellino se condensó la Luna.
Durante los últimos miles de millones de años la gravedad lunar ha estado elevando mareas en los océanos terrestres, las que la rápida rotación de nuestro mundo intenta arrastrar por delante de la lenta Luna. El resultado es que la Luna está siendo alejada de la Tierra por unos cuatro centímetros al año y que la rotación de nuestro planeta se está enlenteciendo.
Si todo esto continuara sin cambios la Luna continuaría su alejamiento hasta que le tomara unos 47 días para completar su órbita alrededor de la Tierra. Entonces, tanto nuestro satélite como nuestro mundo enfrentarían permanentemente el mismo hemisferio uno con la otra, ya que la rotación de la Tierra también habría disminuido hasta que su “día” durara 47 días actuales.
La influencia solar
La conversión del Sol en una gigante roja significa un fuerte bloqueo a la fuga de la Luna, y muy probablemente asegure que nuestro satélite termine sus días tal como los comenzó: como un anillo de escombros girando alrededor de la Tierra.
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El sol, convertido en gigante, acerca su fotosfera a la Tierra© astro.psu.edu |
“Tanto la densidad como la temperatura crecerán rápidamente cerca de la superficie aparente (la fotosfera) del futuro gigantesco Sol”, explicó Willson. A medida que esta región tremendamente caliente se acerque a la Tierra y la Luna, el arrastre causado por la extensa atmósfera solar hará que decaiga la órbita lunar. La Luna se irá acercando cada vez más a la Tierra hasta que alcance una distancia de 18 470 kilómetros sobre nuestro planeta, un punto denominado “límite de Roche”.
“Alcanzar el límite de Roche significa llegar a un punto en el cual la gravedad que mantiene a la Luna en una sola pieza sea menor que las fuerzas de marea que actúen sobre ella, tirando hasta destrozarla”, dijo Willson.
La Luna quedará hecha pedazos y cada cráter, montaña, valle, huella de botas y bandera se dispersará, formando un anillo espectacular de escombros de 37 000 kilómetros de diámetro (similar a los de Saturno) sobre el ecuador terrestre. El o los anillos que se formen tendrán una vida corta. La teoría dice que finalmente caerán hacia la superficie de nuestro planeta.
“Las partículas de tamaños diferentes tendrán también tiempos diferentes de supervivencia; las partículas más pequeñas caerán primero, y las más grandes serán las últimas. Para el momento en que la Tierra alcance la fotosfera solar, la mayoría de las partículas del anillo habrá desparecido.
Si la fotosfera del Sol alcanza a nuestro planeta, entonces nuestro mundo experimentará también el arrastre y caerá en espiral hacia el Sol, hasta ser incinerado.
Una posible escapatoria
Sin embargo, también quedan algunas posibles alternativas naturales.
Si el Sol, en su etapa de gigante roja, expulsa una cantidad suficiente de material antes de que la Tierra se evapore, nuestro planeta surgirá de su crisálida estelar en una forma parecida a la de la Luna. Nuestro mundo, privado de su compañera, emprenderá una vigilia solitaria hasta que el Sol se convierta en una especie de cadáver estelar conocido como “enana blanca”, que lentamente se irá oscureciendo por millones de millones de años hasta llegar a ser una enana negra.
Otra posibilidad es que el Sol pierda un 20% de su masa antes de alcanzar nuestra vecindad. Entonces, tanto la Tierra como la Luna evitarán ser incineradas y permanecerán mirándose fijamente una a la otra por toda la eternidad.
El resultado final permanece todavía en una incertidumbre teórica, ya que nunca se ha observado a una gigante roja durante esa fase crucial.
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Tamaño comparativo del Sol actual y de la futura gigante roja en la que se convertirá.© astro.psu.edu (pulsar sobre la imagen para ampliarla) |
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-- Zonas con gratificación retardada
-- Clasificación estelar III
Traducido para Astroseti.org por Heber Rizzo Baladán
Web Site: Space.com
Artículo: “Earth's Moon Destined to Disintegrate”
Autor: David Powell
Fecha: Enero 22, 2007